El Ayuntamiento de Cádiz, representado por la empresa municipal Aguas de Cádiz, forma parte desde hoy del movimiento internacional Comunidades Azules por su modelo de gestión pública del Derecho Humano al agua. Cádiz se convierte así en la primera Comunidad Azul de España, un proyecto surgido en Canadá en 2009 del que forman parte ciudades como París, Berlín o Berna así como pequeños municipios y comunidades repartidas por diferentes zonas del mundo.
En el acto de entrega del diploma acreditativo, el alcalde de Cádiz, José María González, ha señalado que es un orgullo para la empresa Aguas de Cádiz, para el Ayuntamiento y para toda la ciudad “que Cádiz esté a la altura de grandes ciudades y que se nos reconozca internacionalmente por nuestro modelo de gestión del agua y porque cumplimos con las premisas básicas marcadas por este movimiento: Defensa del Derecho Humano al agua; promoción del agua del grifo y defensa de la gestión pública del servicio de abastecimiento y saneamiento”.
El alcalde ha añadido que esta línea marcada por el Equipo de Gobierno a la hora de sentar las bases de funcionamiento de la empresa municipal, “forma parte de una estrategia conjunta dentro del proyecto de ciudad que apuesta por la movilidad y la sostenibilidad y que será un importante legado para la ciudad”.
En el acto ha participado Meera Karunananthan, responsable del proyecto Comunidades Azules, quien ha explicado cómo surgió este movimiento en Canadá frente a los intentos de privatización de las operadoras del servicio de agua y ha destacado el impulso de las municipalidades para fortalecer la solidaridad y la idea del agua como un bien común.
Por su parte, el presidente de Aguas de Cádiz y concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cádiz, Álvaro de la Fuente, ha señalado que “el proceso de transformación que está viviendo Aguas de Cádiz en defensa de un modelo de gestión pública, transparente y participativo, basado en el agua como un Derecho Humano, nos ha llevado a cumplir con las premisas básicas que se les exigen a las Comunidades Azules”.
De la Fuente reitera que “reconocemos el agua como un Derecho Humano y somos uno de los primeros municipios en implantar un procedimiento para asegurar el Suministro Mínimo Vital en todas las casas de Cádiz. Desde que se implantó el procedimiento hace poco más de un año, 670 familias gaditanas en exclusión social se han acogido al programa del Ayuntamiento de Cádiz y la empresa municipal Aguas de Cádiz”.
En cuanto a la promoción del agua del grifo, el presidente ha recordado que con la Campaña Progrifo -que conciencia a la población de los beneficios que tiene el consumo de agua del grifo porque está controlada sanitariamente y cumple con estrictos controles de calidad, además de ser más ecológica y más económica- se han repartido botellas y dispensadores de cristal en bares y restaurantes (103 establecimientos adscritos) y en instituciones públicas y privadas, se han instalado fuentes dispensadoras en dependencias municipales, se van a ampliar el número de fuentes de agua potable en la ciudad y se está desarrollando una campaña de concienciación educativa en los colegios con el programa El Agua en la Escuela.
En cuanto a la premisa de mantener sistemas gestionados desde el ámbito público, Aguas de Cádiz “no solo cumple con su cometido de dar un servicio público a la ciudadanía sino que lo hace con una gestión pública que tiende a la excelencia. Creemos que toda empresa pública, y más una que proporciona un bien vital como es el agua, debe hacerlo teniendo en cuenta la transparencia, la rendición de cuentas y la participación ciudadana, desde una gestión eficaz, eficiente, sostenible e innovadora”.
Por otra parte, el movimiento Comunidades Azules tiene en cuenta también la Cooperación Internacional que desarrollan sus miembros. En este sentido,
Aguas de Cádiz ha contribuido económicamente con el Proyecto de Agua y Saneamiento en la Escuela Profesional Rural de Magude, en Mozambique y con la construcción de infraestructuras de agua en los campamentos de refugiados saharaui de Dajla y de Dakhla, en el Sáhara.
Por último, Antonio Ramírez, representante de Aeopas (Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento), embajadora del movimiento Comunidades Azules en España, ha felicitado a la ciudad de Cádiz por este reconocimiento y por “haberse convertido en un referente a nivel nacional de gestión pública del agua”.
La idea del Proyecto Comunidades Azules partió del Consejo de Canadienses y del Sindicato Canadiense de Empleados Públicos. Desde Canadá, en donde hay ya más de 30 Comunidades Azules, el proyecto se extendió a Berna, en Suiza, en 2013, de ahí a ciudades de Alemania, Suiza, Brasil, Estados Unidos o Grecia. Recientemente, las ciudades de Paris y Berlín que se han unido al proyecto convirtiéndose en las comunidades azules más grandes del mundo. Tiene como objetivo proteger los recursos y los servicios de agua como un bien público responsabilidad de todos puesto que el agua es esencial para la vida humana, debe regirse por principios que permitan un uso razonable, una distribución equitativa y un tratamiento responsable a fin de preservar el agua para la naturaleza y las generaciones futuras.