Ya campeón del grupo, el Cádiz CF se medía a un Córdoba B necesitado de puntos para seguir soñando con la permanencia en Segunda B. Pero si el filial cordobés recibió haciendo el pasillo a los gaditanos, algo parecido hizo durante el partido, que sólo tuvo un dueño.
Bajo un fuerte calor, la mayor calidad de los amarillos, que perdonaron una goleada, no concedió opción alguna a los verdiblancos, cuyo primer equipo había recibido un 0-8 la tarde antes en el mismo escenario, aunque en Primera.
Lejos de revolucionar al equipo con tantos cambios como en Lucena, Claudio Barragán apostó por el bloque de futbolistas que parece titular, conceciendo descanso al central Servando, el extremo Juan Villar, el centrocampista Juanma Espinosa y el delantero Jona. De esta forma, de inicio salieron Arregi, Navarrete, Hugo Rodríguez y Airam Cabrera, que recordó lo que sabe hacer marcando dos goles al inspirado meta local.
Comenzó frenético el partido, con una oportunidad local despejada por Aulestia. Pero ese acercamiento fue un espejismo ante el aluvión de ataque gaditano que se avecinaba a continuación.
Los amarillos disfrutaron de oportunidades clarísimas para irse al descanso ganando y por más de uno o dos goles de ventaja. Sin embargo, unas veces el acierto del portero local y otras las malas decisiones finales no permitieron abrir el marcador en el mítico estadio El Arcángel.
Migue García pecó de egoísta en una jugada que quiso finiquitar en solitario pese a tener solo en el área pequeña a Hugo Rodríguez. El extremo se revolvió para disparar y su intento fue abortado por un defensa. La jugada, con tres intentos de remate, se terminó perdiendo fuera en el último chut de Airam siendo un fiel reflejo de lo que era el partido: Control cadista, muchas llegadas, pero sin puntería.
El primero en poder abrir el marcador había sido Hugo Rodríguez, pero su disparó se perdió desviado por poco tras encarar al guardameta local, que tapó muy bien el espacio.
Más clara fue la oportunidad de Airam, pero el canario se topó con el larguero en su intento por batir a Villanueva.
El propio canario no llegó por poco a un centro de Hugo desde la banda derecha. Y acto seguido Navarrete se plantó mano a mano frente al portero local, que consiguió taponar el disparo del cadista.
El partido se había convertido en un correcalles con infinidad de oportunidades cadistas para marcar, pero el gol no llegaba. Por suerte, tampoco tenían puntería los locales, que aunque en menos ocasiones también se acercaban, casi siempre con José Fran como protagonista de los ataques.
Claudio Barragán se desesperaba en el banquillo al saber que este tipo de ocasiones no deben perdonarse, al menos no todas, porque en una fase de ascenso no se disfrutará de tantas.
Tanto era el calor ambiental en Córdoba que a la media hora el árbitro incluso paró el partido para que los futbolistas bebieran agua en la banda y no cayeran víctimas de la deshidratación.
Conforme pasaban los minutos iba cayendo el ritmo, pero no la dinámica de un juego con dominio gaditano ante un filial cordobesista muy necesitado de puntos, pero atascado en ataque.
Sin goles al descanso
Con idéntico panorama y resultado, pero con un acierto en la meta local, se reanudaría el encuentro. Un balón desde la derecha fue controlado por Airam Cabrera y el canario por fin abrió el marcador en una tarde que parecía negada para el gol.
El 0-1 no cambió el guión y los cadistas continuaron fallando una oportunidad tras otra mientras su técnico se enfadaba más y más en la banda al observar ciertas dosis de confianza y egoísmo en sus futbolistas.
La ocasión fallada más increíble de la tarde fue protagonizada por Kike Márquez. Una jugada de contragolpe terminó con Airam entrando en solitario por la banda derecha y cedido el balón al sanluqueño, que llegaba totalmente solo y sin portero, pero disparó desde la frontal del área pequeña y envió el balón por encima de la portería.
Ofuscado por este error, Kike Márquez siguió buscanso batir a Villanueva, que le ganó la partida en su siguiente acción. Mucho tardó el cadista en disparar tras un par de recortes dentro del área y al final el guardameta despejó.
Incluso Tomás, atreviéndose a subir al ataque con fuerza, se topó con el portero local, que no podría evitar ya el segundo gol en un contragolpe llevado por Juan Villar. El onubense buscó el segundo palo y allí estaban Airam y Jona para marcar, corriendo más el canario, ansioso por demostrar lo que puede hacer también esta temporada.
Casi se repite la jugada minutos más tarde, pero esta vez Villanueva interceptó el pase de Villar a Jona.
Con uno más y el marcador a favor el Cádiz CF jugaba a placer. La defensa cordobesista era un desastre, incapaz de parar ni un solo ataque gaditano. De esta forma, las oportunidades eran clarísimas una tras otra y Villanueva se convertía en el mejor de su equipo al evitar una goleada de escándalo en contra.
De ahí al final, un puro trámite, como las dos jornadas de liga que faltan por jugarse.