Sobre La Viña Amarilla, ese evento multidisciplinar que tres días ocupó en la hoja del calendario de octubre y que estaba dedicado a homenajear al Cádiz CF, hay quienes lo calificaron como de éxito y hay quienes no comparten tal calificación.
Fueron los días 18, 19 y 20 del mes pasado en los que el barrio de los caleteros se iba a teñir de amarillo en defensa del equipo de sus amores y, de paso, favorecer al comercio y a la hostelería con las diversas manifestaciones culturales, artísticas y de ocio que se iban a ofrecer.
Así, y según declaró la organización a este medio y así se puede contrastar con el cartel anunciador de la cita, además de las actuaciones de flamenco, de carnaval, monólogos, cantautores, salsa, títeres o disc jockeys que sí hubo, se anunciaron otra serie de cosas que no llegaron a celebrarse y es ahí de donde nace la polémica.
El cartel de La Viña Amarilla publicitaba como locales participantes a 19 bares, restaurantes, mesones o peñas del barrio y como entidades colaboradoras, por diferentes motivos, a la Asociación Mujeres de Acero, a la Federación de Peñas y Entidades Caleteras y al Aula de Cultura del Carnaval, para lo cual debían desembolsar un mínimo de 100 euros para sufragar los gastos de la organización del evento.
De las entidades colaboradoras, una ayudó activamente a la organización, otra puso el dinero y una tercera, que iba a ceder sus instalaciones, se siente dañada con las consecuencias que manaron de su colaboración.
Es aquí donde el Aula de Cultura del Carnaval explota y se pone en contacto con este medio a través de su presidente Antonio Montiel y de su vicepresidente, Manuel de la Rosa, expresando su malestar por el trato recibido.
El hecho es, declara De la Rosa, “que el monologuista Manolo Bienvenido se pone en contacto con nosotros para que colaboremos con la idea esa de La Viña Amarilla y nosotros, con pocos recursos pero con ganas de ayudar al barrio decimos que sí y damos 100 euros, de lo cual tenemos un recibo firmado por él a cambio de una serie de cosas que luego no salieron como deberían haber salido”.
Así, prosigue el vicepresidente del Aula, “a nosotros nos piden el uso de nuestras instalaciones de la calle Venezuela para albergar una exposición desde el viernes 18 de octubre con cosas relacionadas con el Cádiz CF, entre ellas un trofeo Carranza, y también para celebrar una tertulia con periodistas y aficionados cadistas al día siguiente, cosas a la que accedimos. Pero llegó el viernes y por aquí no pasó nadie ni se trajo nada relacionado con el Cádiz y mucho menos, la Copa del Carranza. Y llegó el sábado y aquí se presentaron los tertulianos como Quique Lafuente, Hugo Vaca o Álvaro Illescas, pero por parte de la organización no habían previsto la asistencia de un moderador ya que nadie con tal cometido se presentó y tras casi dos horas de espera, decidimos cerrar el Aula a la vista de que la tertulia cadista no podía ser. ¿Cómo va a hacerse una tertulia sin moderador?”.
Argumenta De la Rosa con el respaldo de Montiel, que “encima nos tacharon de informales por no haber celebrado una tertulia para la que sólo se nos pidió el local, no su realización, y eso no lo vamos a consentir”.
Tan grande es el enfado del equipo directivo del Aula de Cultura del Carnaval que sostienen que “dejaremos pasar cuatro o cinco días, pero o se nos devuelve el dinero que se nos pidió para algo que no se correspondía con lo que se nos vendió, además de una disculpa pública, o estamos dispuestos a poner una denuncia”.