El Ayuntamiento de Cádiz ha prorrogado por cinco meses la ejecución del contrato de suministro, instalación y puesta en marcha de la zona de bajas emisiones en la ciudad que adjudicó a Tecnologías Viales aplicadas TEVA S.L, y que fue adjudicado el pasado 23 de abril de 2023 con un plazo de un año por 2.329.000euros.
La empresa ha justificado la demora en los trabajos porque, entre los meses de junio y julio, se paralizaron las actuaciones por la revisión de la implementación de la Zona de Bajas Emisiones por parte del nuevo equipo de Gobierno.
Además, señala un retraso considerable en la recepción de componentes eléctricos para la iluminación infrarroja que incorporan las cámaras OCR para la lectura de matrículas por la situación actual de suministro de materiales y, en consecuencia, no se han podido llevar a cabo pruebas y ensayos necesarios en la plataforma software desarrollada que gestionará la futura Zona de Bajas Emisiones.
Dicha plataforma también ha encontrado inconvenientes para estar lista por el desarrollo de los ficheros definitivos de los datos necesarios de organismos nacionales como la Dirección General de Tráfico (DGT).
Cabe recordar que el proyecto se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado por la Unión Europea-Next Generation y contempla la instalación de 33 puntos de control de acceso en Casco Histórico y Paseo, para mejorar la movilidad urbana y la calidad del aire.
Inicialmente, la Zona de Bajas Emisiones tendría que entrado en marcha el pasado 31 de diciembre, pero Europa concedió doce meses extra para ello.
El Ayuntamiento, por su parte, ultima la ordenanza.