Esa es la frase que utilizaba el artista catalán,
Salvador Dalí, para referirse a la forma que tenía de entusiasmar al mundo con su arte.
“Feliz es el que provoca un escándalo”. Pues francamente, creo que tanto el taller de los hermanos Caballero como la propia hermandad de Jesús Nazareno, pueden estar plenamente felices, por el gran escándalo que han despertado y seguirán despertando con el
nuevo paso del Regidor Perpetuo de Cádiz.
El pasado jueves 2 de diciembre fuimos convocados todos los medios de comunicación de Cádiz en el
taller hispalense de los hermanos Caballero, donde se nos mostró sin ningún ocultismo cómo marcha el nuevo paso de Jesús Nazareno que, si todo va bien, será presentado el
próximo 30 de marzo en el Convento de Santa María.
Lo cierto es que cuando recibí la llamada del hermano mayor,
José Manuel Verdulla, fui yo el primero en escandalizarme ante la propuesta que me hacía de cubrir una información que tradicionalmente las hermandades suelen tener oculta hasta última hora, mandando a freír espárragos ese efecto sorpresa con el que tanto disfrutan algunos dirigentes de hermandades.
Partiendo de la base de que todo es respetable, tanto el que conserva el secreto como el que decide contarlo, he de confesarles que me pareció de una
honestidad enorme la forma en la que Verdulla nos argumentó el motivo de abrir las puertas a la prensa. “El paso no es mío, ni siquiera de la hermandad exclusivamente. El paso pertenece a Cádiz y a todos los que están contribuyendo a que este sueño se haga realidad. Por ello en esto
no cabe secretismo alguno”.
Efectivamente es algo que nos debería hacer reflexionar ya que no son pocas las hermandades, no solo de Cádiz sino en general, que a veces hacen y
deshacen a su antojo con el dinero de los hermanos. Y créanme que no hay nada mejor que la transparencia cuando las gestiones se realizan con el dinero de otros.
El patrimonio de una hermandad no es más que el
legado de nuestros ancestros. Llegamos a ellas para conservarlo, ampliarlo y finalmente depositarlo en manos de las siguientes generaciones. Si a estas alturas aún hay quienes no entienden esto, algo mal estamos haciendo.
En definitiva y volviendo al título de mi artículo, creo que la hermandad y por ende los hermanos Caballero, pueden estar
felices del gran retablo andante con el que dotarán próximamente al regidor perpetuo de Cádiz. Una pieza que viene a sumar -y de qué manera- en el cada vez más atractivo patrimonio cofrade gaditano. Queda patente que aún
es posible seguir innovando desde las sombras de la propia esencia. Pues el paso, hecho a base de rocallas, combina ese estilo ornamental -muy de moda en la época de Luis XV de Francia (Siglo XVIII)-, con un estilo valiente y vanguardista de nuestra época, en la que la madera del canasto convivirá con la platería de los faroles y el bordado de los respiraderos. Una divina fusión que como diría el propio Salvador Dalí e
s un autentico escándalo.