Siguiendo el movimiento suave de un boomerang, Javier Subires vuelve a
sus inicios, a su Antequera natal, para cerrar un año cargado de éxitos, y coger
fuerzas para afrontar otro que promete traer muchas alegrías. Para disfrutar entre
los suyos y para demostrarles cómo ha madurado este músico que, poco a poco, ha
forjado un estilo propio que cautiva.
Y es que, por si quedaba alguna duda por su acento y sus formas de
malagueño, Javier Subires es de Antequera. Nació el 14 de marzo de 1987 y, con
tan sólo 15 años, fundó junto a varios amigos el grupo Alcazaba, una formación
dedicada al flamenco-fusión a la que perteneció durante siete años.
En este etapa en Alcazaba fueron infinidad los escenarios que pisaron, entre
los que destaca la victoria en el certamen anual de la Canción de Andalucía, en el
que el grupo obtuvo el primer premio con una canción compuesta por Subires:
Pecador en el paraíso.
Durante esta época, Javier se desarrolla como intérprete y compositor, y su
repertorio pasa a estar formado sobre todo por temas compuestos por él mismo,
encaminando sus tendencias hacia un estilo muy personal: cantautor que combina
la copla, el flamenco y la música de autor. Un estilo que irá madurando, pero que
se palpa en cada una de sus canciones con un peso y una textura propios.
En el 2008, se traslada a Sevilla, donde se ha licenciado en Periodismo en la
Universidad de Sevilla en septiembre del 2011. Desde su llegada a la capital
andaluza, Subires comienza su andadura en solitario, acudiendo a varios programas
de televisión. Pero no será hasta octubre del 2010 cuando presente formalmente su
formato en concierto en el festival Joven Generación de Leganés (Madrid).
Finaliza el 2010, pero empieza el éxito de Javier Subires. Y es que antes de
acabar el año, el 7 de diciembre, actúa en el Teatro Lara de Madrid, escenario que
volvería a pisar tan sólo un año después.
No abandona Madrid, y empieza el 2011 actuando como artista invitado de
“Toma Castaña”, en el Teatro Häagen-Dazs Calderón los días 3 y 4 de enero.
Vuelve a Sevilla y, varios días después, graba en los estudios Savitel, junto a
Giralda TV, la televisión municipal de Sevilla, un concierto acústico que se ha
estrenado en redes sociales la pasada primavera. Estas grabaciones, ya completas,
se han presentado durante el verano del 2011 con el nombre de TV Unplugged, un
hecho que puede considerarse como su presentación ante el gran público más allá
de los escenarios.
Y, sin parar ni un momento, Javier continúa con su nuevo formato de
concierto que una vez más le condujo a Madrid, a las tablas del Teatro Lara, el
pasado 8 de noviembre. Un Teatro Lara con un patio de butacas lleno que en más
de una ocasión se puso en pie para aplaudir al compositor y cantante antequerano.
La siguiente parada le devuelve a su tierra, a su Antequera natal, el próximo
30 de diciembre, donde Subires derrochará su arte y estilo propio en el Teatro
Torcal.
En este concierto, fiel a su costumbre, Subires deleitará a los asistentes con
sus composiciones propias, como “27”, “Punto y final” o “Manojito de claveles”.
Paralelamente, viajará por los diferentes estilos musicales que le han influido a lo
largo de su vida. Así, habrá un espacio para la copla con “Antonio Vargas Heredia”,
pero también para la canción de autor con Carlos Cano o Antonio Martínez Ares, sin
olvidar el tango argentino. En esta actuación disfrutaremos junto a Subires de un
agradable paseo por los géneros más importantes de la música popular en lengua
castellana.
Además, le acompañará una banda de experimentados músicos, como la
baterista cubana Maylin Johoy, el bajista Albert Anguela, el guitarrista flamenco
Manuel Soto “Noly”, que llega al proyecto de Javier Subires después de más de una
década con Mártires del Compás; el percusionista antequerano Antonio Carrillo, y el
pianista Daniel Murillo, acompañante de los últimos años de Rocío Jurado.
Y esto no es todo. Además, Javier Subires contará con colaboraciones de
lujo, artistas invitados venidos desde fuera, además de alguna sorpresa ligada a su
pasado musical en Antequera. Un concierto íntimo, cargado de emociones, en el
que Subires demostrará cómo ha madurado este artista desde que su tierra le viera
nacer.