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Días de barrunto

Buen provecho

Los alimentos que tenemos la suerte de disfrutar en este rincón podrían formar parte, sin ningún tipo de duda, de esa serie de exquisiteces

Publicado: 29/09/2024 ·
10:54
· Actualizado: 29/09/2024 · 10:54
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  • Showcooking de la Ruta del Atún de Barbate. -
Autor

José Manuel Infante Gómez

Columnista mitad barbateño mitad madrileño. Redactor en web deportiva trescuatrotres.com

Días de barrunto

En palabras de su autor: "Intento decir lo que pienso pensando siempre lo que digo"

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Antes de empezar, advierto que este artículo puede herir la sensibilidad de algunos estómagos. No lo recomiendo para leer a media mañana, ya que es muy posible que provoque un irresistible impulso de asaltar la nevera o entrar en el primer bar que aparezca.

En España se come de maravilla; es una verdad como un templo. Según el lugar que se visite, si se prueba algo típico de la zona, una de las partes más agradecidas serán nuestros paladares. La lista de manjares que se pueden degustar en nuestra piel de toro es extensa y selecta, como no podía ser de otra forma. Como ejemplos, podemos mencionar, entre muchos otros, la paella, la fabada asturiana, el gazpacho andaluz, el pulpo a la gallega, el cocido madrileño, el jamón de Jabugo o el cochinillo de Segovia.

Pero los que hemos nacido en este rincón de la Janda, ya seamos de Barbate, Zahara, Vejer, Conil, Benalup, Medina, Alcalá de los Gazules o Paterna, no tenemos nada que envidiar a ninguno de los alimentos mencionados antes, ni a ninguno de los platos más sabrosos de nuestro país.

Y no me refiero solo al atún, ese pescado que tiene enamorado al Imperio del Sol Naciente. Aunque, puestos a elegir, si hablamos de nuestra zona, lo prefiero encebollado.

Así pues, dejamos de lado el mar y nos vamos al campo, donde también se puede confeccionar un menú digno de unas cuantas estrellas Michelin. Para empezar, hay todo un muestrario de productos vegetales de primera calidad, como espárragos, palmitos, tagarninas o níscalos.

Si pasamos a los entremeses, en el plato habría caracoles, morcilla o queso Andazul, por ejemplo.

Es difícil que todavía quede algún hueco en el estómago, pero si es así, se podría llenar con un filete de carne de retinto o de ternera ecológica de la sierra del Retín. Auténticos "bocatos di cardinale".

Toda comida que se precie debe ser rematada con un buen postre. Y en la Janda lo tenemos. Se trata de algo tan exótico como exquisito: el dulce de mojama, un bombón que hará que salten las lágrimas.

Por lo tanto, aquel que, según cuentan, fue engañado con una simple manzana resistiría muy poco tiempo en este paraíso antes de que su estómago fuese seducido.

Como comenté al principio de este artículo, la lista de manjares es muy selecta. De todas formas, los alimentos que tenemos la suerte de disfrutar en este rincón podrían formar parte, sin ningún tipo de duda, de esa serie de exquisiteces.

En fin, además de alegrar la vista y el alma, toda la gente que nos visita vuelve encantada, al son del ruido de sus tripas demandando nuestra comida.

Ahora ya sí que puedes tomarte una tapita de algo, porque seguro que tus tripas también están sonando.

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