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Arcos

De Paquito a Súper Paco

El pregón del arcense Francisco Rosa Palmero Paquito fue un 'bombazo', pues a sus vivencias personales y biografía, sumó desde un ensayo improvisado de su vieja chirigota hasta el necesario espíritu crítico, aderezados con una magnífica puesta en escena gracias a la colaboración de Entretelas Teatro

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La plaza del Cabildo recobró su protagonismo como escenario monumental para la celebración de un acto social de primer orden, cual resultó el pregón oficial del arcense Francisco Rosa Palmero Paquito, quien acabaría siendo “Super Paco” por la admiración que el público le brindó tras su puesta en escena. Y fue realmente una puesta en escena a tenor de la participación de Tere Candón y Salvador Pérez Salas, miembros de la asociación cultural Entretelas Teatro, como cómplices directos del pregonero, como también lo resultarían otros duendes del Carnaval como Pepe Olivera, el hombre a que todo buen carnavalero respeta.


Los prolegómenos del acto fueron para la proclamación de las molineras del Carnaval; en la categoría de Infantil, la Molinera, Raquel Brotons Bernal, y sus damas Milagros Morales Moreno y Miriam Oca Aguilar recibieron las correspondientes bandas, placa conmemorativa y ramo de flores de manos del alcalde, José Luis Núñez, y del delegado de Fiestas, Leopoldo Pérez, acompañados a su vez de los delegados Manuel Erdozain, Carlos de la Barrera, Mercedes Álvarez y Cati Pérez. Igualmente, la Molinera mayor, Zenaira Roldán, y sus damas Alicia Parra e Isabel María Avecilla recibieron el reconocimiento institucional en la emotiva velada.


Después vendría el pregón oficial en el que Paco Rosa realizó un repaso histórico por las agrupaciones locales del Carnaval arcense, en muchas de las cuales ha participado como chirigotero de pro, si bien el momento sin duda más emotivo del pregón fue cuando se hizo acompañar de su madre, Josefa Palmero, con la que redescubrió sus sentimientos mutuos, desde la perspectiva de una madre con un hijo con síndrome de Down, y desde la de un hijo que no se siente discapacitado, sino muy válido en la sociedad y por supuesto en su familia. Sentimientos, en suma, propios de la relación madre-hijo que sólo este universo de dos entiende como nadie. Otro de los momentos más emotivos del pregón fue el reconocimiento que le brindaron sus compañeros de los antiguos Los de la Quinta del Bollicao y su amigo del alma Pepe Olivera, en la escenificación de un improvisado ensayo de chirigota que fue un perfecto testimonio de tiempos pasados en el carnaval arcense.


El escenario montado en la plaza del Cabildo se antojó en el interior de un hogar cualquiera, iluminado con una tenue luz que dejaba ver al fondo una pequeña ventana y la silueta de la luna. Al fondo, también, un sofá, una típica mesa camilla y algunos detalles de decoración.
Un hijo y su madre entran en escena, comenzando su conversación sobre el hecho de irse a la cama temprano porque mañana hay que madrugar para ir al colegio… Este niño, que luce una mantita, se quedaba dormido con sevillanas, su particular nana… Pero finalmente lo hizo a ritmo de pasodoble, con La luna vino a la fragua, de la comparsa gaditana El Bache… Su madre cogió la luna y la puso junto a su hijo para que bien durmiera.


El pregonero cambió de indumentaria, y en un momento dado, en pleno ensayo con su agrupación, se enfundó la peluca y la cazadora punk para recordar el tipo de aquellos Bollicaos…


Paco introdujo en su exposición algunos matices críticos, dirigidos en este caso al equipo de Gobierno: “Hay obras por El Santiscal,/ por la calle del Molino,/ por el Paseo, por todas partes/, hasta en la calle del Chino./ No serán pal Escorial,/ ni tampoco para un mausoleo,/ pero no veas lo que están tardando en las obras del Paseo./ La carretera otra vez se parte,/ muchas calles se están hundiendo./ Por favor José Luis Núñez/ Sebastián Ruiz, Carlos de la Barrera/ dejad de seguir comiendo…”.


Sus últimas palabras del pregón fueron para la crisis: “Y si este año con la crisis/ no puedes comprar disfraces,/ cógete dos o tres bolsas/ y tú mismo te lo haces./ Si hace falta bailad la conga/ agarrados por las esquinas./ ¡Venga fuerte esos redobles,/ y a tirarse serpentinas!. ¡Quiero a tó el mundo loco,/ quiero a tó el mundo encantado,/ quiero a tós en la calle/ menos al Duque-Em-Palma-Do!/ ¡Venga tó el mundo a dar saltos,/ que se note el buen rollito,/ ¡que ya se acerca el momento/ de que empiece el Carnavalito!/ ¡Viva el Carnaval!”.
A partir de ahí, los papelillos inundaron el escenario, aunque lo que más llovió fueron los aplausos del público que en esos momentos abarrotaba el improvisado patio de butacas instalado en la plaza del Cabildo.


Una vez finalizado el pregón y tras recibir las felicitaciones de todos, la Asociación de Síndrome de Down de Arcos tuvo un par de detalles con el pregonero, como también las autoridades. Tampoco faltó el reconocimiento a la madre del pregonero y a la presidenta del grupo Entretelas Teatro, Tere Candón.


Entre los detalles de la hermosa velada, hubo un reconocimiento a la peña carnavalesca infantil Pom Pom Gorrión por el inconmensurable trabajo que viene realizando para fomentar la cantera carnavalesca en Arcos. Más tarde actuaría Una Chirigota con Gancho, que consiguió el primer premio de este año en el Certamen Escolar de Agrupaciones Carnavalescas. A partir de ahí, las chirigotas Los que se Mueren por una Chupaíta, Los Kiovitas, Las Callaítas son las Peores, Los Duendes Colocaos y Centuria Antisistema, además de la comparsa Los Locos Poetas del Loco, fueron las absolutas protagonistas, aportando en muchos casos una auténtica legión de incondicionales apostada a los pies del escenario, cantando y bailando las letrillas de las agrupaciones.


Los Kiovitas, con el máximo respeto hacia el resto de agrupaciones, se llevaron la ovación más importante de la noche, al tiempo que el público se deshacía en halagos y piropos: “¡Pedazo de chirigota!”.


La instalación finalmente de la carpa en la plaza del Cabildo fue un acierto total, pues el frío de la noche hacía casi impensable que el público resistiera varias horas de espectáculo a la intemperie, pero gracias a esta infraestructuras la noche fue mucho más llevadera.

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