El Partido Popular (PP) arcense convocó a varios de sus delegados en una rueda de prensa en la que el alcalde, José Luis Núñez, expresó su postura ante la huelga, la cual pasa por entender las movilizaciones como legítimas, pero también que el objetivo ha sido “buscar un rédito político”.
Núñez dio lectura a un documento interno del PP en el que aporta al menos catorce razones para no apoyar la huelga, y dijo esperar que los piquetes “del miedo” no causaran altercados o amedrantaran a quienes no decieron tomar partido en la huelga. Así, dijo que la huelga es “político-sindical”, lamentando que algunos convocantes mantuvieran “la boca cerrada” con la situación durante la anterior legislatura y frente a las políticas del entonces presidente Rodríguez Zapatero.
Otra razón para el PP es que la huelga pasará una factura sólo a la provincia de Cádiz de 50 millones de euros en pérdidas, cuando, a su juicio, la oposición, los partidos y los sindicatos deberían estar ayudando al Gobierno para que España salga de la crisis. En este sentido, Núñez se mostró convencido de que las políticas del ejecutivo de Rajoy darán sus frutos y que ya se vislumbra una salida de la recesión.
Además, el alcalde presentó al PP como un partido “que dice la verdad” y no oculta la situación “como pudieron hacer otros”, en alusión al PSOE, al tiempo que criticó que existen sindicalistas que “viven como marqueses” y que “no hay pancarta grande como para tapar la ineptitud de quienes nos llevan a la huelga”.
Núñez exigió igualmente al PSOE que pida perdón públicamente por la situación en que ha dejado al país, y también lo acusó de seguir en Andalucía las directrices de IU ante la huelga.
A CCOO reprochó el gasto de 600.000 euros en comidas y otros conceptos que podría haber repartido entre los desempleados españoles, y a UGT que se acoja a un ERE interno para despedir a trabajadores en el marco de la reforma laboral aprobada por el Gobierno central, de ahí que lo acusara de actuar contradictoriamente ante la huelga.
Por último, Núñez expresó su deseó de que las pancartas del 14-N también reflejaran los recortes que se imponen desde el Gobierno andaluz, pero eso no ocurrió a tenor de lo visto en las calles.
