El vecino de la calle Romero Gago de Arcos Domingo Lozano Garrucho, de casi 50 años de edad, lidera la candidatura de la novedosa formación política Unión de Ciudadanos Independientes (UCIN). Aunque toda su vida ha transcurrido en la ciudad, nació en Sevilla por motivos laborales de su madre que entonces residía en El Cuervo, pero siendo un niño se afincó en la barriada rural de La Pedrosa, donde dio sus primeros pasos educativos en los antiguos salones unificados que estaban en la pista deportiva. Con el tiempo, fue vicepresidente y presidente de la Asociación de Vecinos de La Pedrosa, con la que todavía se siente muy identificado. Pese a su edad, es padre de dos hijos de 32 y 23 año. El primero ya le ha dado incluso un nieto. En el terreno laboral, asegura haber hecho casi de todo, desde administrativo hasta jardinero y camarero. Sin embargo, ahora mismo se encuentra de baja hasta superar sus problemas de salud.
Usted ya tenía cierta experiencia política y asociativa, pues durante un tiempo perteneció al colectivo vecinal de la barriada rural de La Pedrosa. ¿Cómo llega a este nuevo proyecto político y por qué?
Ya conocía UCIN desde hace unos años, pero admito que fue el compañero José Antonio Saborido quien me inculcó de algún modo este proyecto que no tiene color político, porque nos consideramos una organización de ciudadanos y por los ciudadanos. Damos importancia a los vecinos y vecinas y nos preocupa exclusivamente el futuro de Arcos. No somos un partido tradicional, una franquicia como solemos decir. Nuestra idea es darle voz a los vecinos y trabajar simplemente por la ciudad.
¿Cuáles diría son las principales preocupaciones y problemas de la ciudad?
El trabajo, la vivienda… Es lo habitual, pero ahora asistimos a una preocupación por las obras de la plaza del Cabildo que dañan el patrimonio. Se podría haber organizado de otro modo, no que hay vecinos que están aparcando muy retirados de sus viviendas. También hay mucha gente que se desplaza fuera de Arcos para trabajar, y tenemos que desplazarnos todavía para hacer numerosas gestiones, como por ejemplo la ITV. En sanidad preocupa las listas de espera y la falta de un centro de especialidades. Respecto al trabajo, Arcos no tiene actividad económica y necesita atraer nuevas empresas e inversiones. Hay vecinos que trabajan en Prado del Rey o en Ubrique en el sector de la piel, y aquí podríamos ofertar montar alguna fábrica. Es preciso, además, formar a la población en sectores como la construcción. Ahora hay listas de espera para hacer cursos.
Por lo pronto, ya han dado a conocer algunos proyectos vinculados al turismo…
Tenemos proyectos como la creación de la mayor tirolina de Europa que sería un gran encanto turístico para Arcos, además de la integración del río en la ciudad. No se entiende que un río tan bello esté cubierto de maleza y que no se realicen los trabajos de mantenimiento que necesita. Se gastaron seis millones en la recuperación de caminos y hay tramos intransitables. El río necesita una limpieza y los técnicos de la Junta nos dicen que sí hay dinero. Recientemente se han limpiado los puentes de Los Americanos y de la Junta de los Ríos sin mayores problemas. También proyectamos un museo arqueológico con las piezas que actualmente están en el museo provincial. Tenemos un gran potencial arqueológico que podemos poner en valor. Volviendo al río, tenemos el columbario en la peña que está abandonado, una cueva abandonada. En definitiva, tenemos muchos encantos que no se ponen en valor.
Usted tiene una sensibilidad por las barriadas rurales. ¿Qué opina de su situación y de sus inquietudes?
Necesitan un continuo mantenimiento. En otras localidades hay cuadrillas específicas y gente polivalente que puede hacer esas labores. Siempre se ha prometido y nunca se ha llevado a cabo. Arcos es, después de Jerez, el mayor término de la provincia y necesita más atención. La zona del canal de riego cerca de Los Majadales está abandonada, obstruida de maleza con el peligro de inundaciones que después se da en La Pedrosa. Las barriadas rurales se podrían aprovechar para crear nuevos espacios de esparcimiento, desde rutas para bicicletas de montaña sin ningún tipo de peligro hasta recintos para convivencias.
¿Qué harían con problema como La Verbena o las demandas de la Policía Local?
Sobre La Verbena, todos se han pasado de unos a otros la pelota. Nunca se ha buscado un culpable con La Verbena, que debería haber sido lo primero. Los dos partidos que han gobernado han intentado callar bocas y han guiado mal a los vecinos. Ahora los dos partidos se vuelven a pelear y eso no sirve para nada. Respecto a la Policía, está dividida y no se le da solución a su problema. Hay que corregir el trato que tiene el Ayuntamiento con los policías en temas de pago de horas extraordinarias y cumplimiento de compromisos. Todo no es comprar dos motos… Es una vergüenza la situación de la Jefatura teniendo un local en el edificio de los juzgados.
¿Cuál es su apuesta por la cultura y el deporte?
Queremos dar protagonismo al flamenco, llevarlo a los colegios y potenciar a los numerosos artistas que tenemos en Arcos que son impresionantes. Se podría relacionar más el patrimonio monumental con nuestros artistas flamencos, recuperar los Jueves Flamencos y otras actividades de promoción de este arte. En cultura, tampoco entendemos la política de ubicación de esculturas y creo en este sentido que el Barrio Bajo se debe identificar más como una entrada importante a la ciudad. En Deportes, entendemos fundamental la construcción de una pista de atletismo y que se termine la piscina cubierta, pues no podemos permitirnos tener deportistas, algunos de élite, que van a entrenar fuera de Arcos.
Háblenos por último de su lista electoral. ¿Cómo la definiría?
Es una lista de gente obrera, aunque haya empresarios, profesores, albañiles, jardineros y otras profesiones. A todos nos mueve y nos conmueve únicamente nuestra ciudad. Es cierto que tuvimos nuestros problemas para configurar la candidatura, pues, como se suele decir aquí, nadie se quiere señalar. Pero, insisto, es una candidatura de gente trabajadora. Nosotros no miramos el trabajo de cada uno, sino sus ganas de trabajar por Arcos.
