Alternativa Independiente Progresistas (Ai-Pro) ha avanzado su programa respecto al casco antiguo cuya solución “no es el ‘Ciudad amable’”, explica el candidato Leopoldo Pérez. Dentro de sus 23 medidas para mejorar la ciudad, muchas de ellas se dirigen a “que el casco antiguo sea lo que todos queremos, tanto para quienes nos visitan como para quienes viven en él”.
Pérez anuncia la Mesa de Conservación del Patrimonio en la que se integren los ciudadanos y sirva para asesorar sobre qué se puede o no en el casco antiguo, “para que un alcalde no haga lo que le venta en ganas”. Otro punto es la rehabilitación de inmuebles en el casco antiguo, para lo cual Ai-Pro libraría 350.000 euros anuales con los que comprar infravivienda para su puesta en valor. La idea general es “revitalizar el casco antiguo que está ahora prácticamente vacío”. El partido piensa que es preciso atraer a nuevas familias, poblar la zona y garantizar de algún modo el alumnado al colegio de las Nieves
Además, propone mejorar la limpieza pública en la zona monumental “porque ahora no da buena impresión”, dice el candidato, que reclama más inversión a este respecto. A ello suma la necesidad de habilitar plazas de aparcamiento para los residentes, para criticar en este sentido la paralización provisional de las obras de Caños Verdes. Para Ai-Pro es también fundamental habilitar plazas en lugares como El Murete, Boliches, etc. junto a las zonas donde ya se actúa en este sentido. Otra propuesta es la recuperación del mercado de abastos que ahora se utiliza prácticamente como un almacén. Pérez sostiene que se puede convertir en un atractivo, como también recuperar el antiguo museo de La Molinera y El Corregidor en Piedra del Molino para reconvertirlo en un museo arqueológico aprovechando la riqueza del término de Arcos en este sentido.
Respecto al turismo, proponen una nueva señalética homogénea para los establecimientos turísticos y comerciales. Del mismo modo, proponen un convenio de colaboración con el Casino Círculo de la Unión en materia cultural, así como la modificación del Plan Especial de Protección del Casco Histórico que actualmente, según Pérez, está “encorsetado”, pues tiene casi 15 años de antigüedad.