La Corporación municipal de Arcos ha concedido una de las mayores distinciones que se pueden otorgar junto a la de Hijo Predilecto o Adoptivo. En este caso se trata de la Medalla de Oro del Municipio a quien fuera durante décadas jefe de la Policía Local de Arcos y, ahora de manera accidental, Interventor de Fondos y asesor municipal, Rafael Albertos Albertos.

El reconocimiento al veterano trabajador municipal y licenciado en Derecho viene avalado por la consideración unánime del Pleno de concejales y, previamente, por un proceso de adhesiones por parte de vecinos y vecinas, instituciones, empresas y entidades de todo tipo; es decir, por parte de la sociedad civil. No obstante, el trabajo incansable de Rafael Albertos al frente de la Policía le ha grajeado su popularidad y el respeto de la población, teniendo en cuenta especialmente la labor que realizó junto al resto de compañeros policías en los difíciles momentos de la pandemia del Covid-19.

Por tal motivo, el Pleno municipal celebró en el teatro Olivares Veas una solemne sesión extraordinaria para ratificar la Medalla del Oro a Rafael Albertos. Fue el alcalde de la ciudad, Isidoro Gambín, quien enalteció la trayectoria de Rafael Albertos que fue refrendada y ampliada por los discursos de los portavoces de los cuatro grupos municipales: PSOE, PP, Ai-Pro y Ciudadanos.

Antes del pleno, el homenajeado tuvo ocasión de firmar en el Libro de Oro del Ayuntamiento para dejar constancia y recuerdo de día tan señalado en su vida. 

Embargado emocionalmente por el momento, Rafael Albertos se mostró sumamente agradecido a la Corporación por tan significativo respaldo. Narró su amplísima experiencia como policía, siempre vigilando de cerca el buen desarrollo de los eventos que era preciso cubrir, así como episodios negros de la historia de la ciudad como inundaciones, homicidios, sucesos en que los compañeros resultaron heridos durante un atraco y otras situaciones. Sin embargo, y así lo reconoció, lo más difícil que ha vivido a lo largo de la carrera fue esa lucha “contra un enemigo desconocido”, en alusión a la pandemia, poniendo incluso en peligro su propia integridad.  Esta situación cambió el ‘modus operandi’ de la Policía Local con tareas jamás realizadas.  Pero Rafael se autoconvencía para seguir en la brecha. Para terminar, dedicó muy emocionado la medalla a su familia.