El equipo de Gobierno ha presentado las nuevas obras para mejorar el suministro de agua potable, en esta ocasión en la calle San Miguel. Debido a la rotura de la red, el agua venía rezumando por calles aledañas como Camino de las Nieves.  La actuación afecta a un total de 118 metros de tubería de la red general que ahora será sustituida por otra de fundición, más moderna y duradera en el tiempo.

Estos trabajos se acometen a cargo de los compromisos inversores de la empresa Aqualia, según avanzaba esta semana el delegado de Infraestructuras, Diego Carrera. Los trabajos comportan una inversión de unos 130.000 euros junto a otras tareas pendientes en la vía pública.

De otro lado, el delegado ha confirmado la entrada en servicio del pozo número siete de Arcos como posible solución a los problemas de turbidez y avanza que el Pleno tratará próximamente la posible conexión del municipio a la red del Consorcio provincial de Aguas. “Actuaciones que vienen a dar solución a los problemas y demandas de los vecinos”. El alcalde, Isidoro Gambín, suma de nuevo el estado de deterioro y obsolescencia de la red de agua y culpa otra vez más a la oposición de no haber invertido durante su mandato el canon de más de siete millones de euros ingresado por Aqualia. Asimismo, recuerda que estas obras de mejora se han completado con actuaciones del PFEA y cómo el Ayuntamiento se ha acogido a una subvención del programa Dipu-Inver para renovar la red en varias calles más. Junto a ello, el Ayuntamiento prevé nuevas inversiones a cargo del Presupuesto General. “Buscamos soluciones haciendo obras y esto es un ejemplo”, explicaba Gambín durante su visita a la obra de la calle San Miguel.