Cuando un partido político nace con una razón de ser y unas líneas marcadas, una importante deriva en estas líneas se puede deber a dos grandes motivos: que las circunstancias han cambiado mucho o que se está usando un concepto legítimo con intereses que no lo son. Por ejemplo, un partido que se llama Socialista, y ejecuta la reforma laboral, medidas de austeridad y modificación de la Constitución como lo ha hecho el PSOE, está usando el concepto socialismo contrarios a su supuesta esencia.
Algo parecido pasó con Ciudadanos, un partido de ámbito catalán que dio el salto a la política nacional aupado por los poderes que hay detrás de los medios, con el objeto, no de mirar por Cataluña, su interés legítimo inicial desde un punto de vista de autodefinición, sino para ofrecer una versión progresista en lo social y liberal en lo económico, con un pasado libre de corrupción, que se opusiese a Podemos; un refuerzo para amortiguar la desafección de los votantes debido a la corrupción del PP y, aunque muchos no lo supieran ver en aquel momento, del PSOE.
Con respecto a Errejón, tenemos a alguien que aceptó dentro de Podemos la responsabilidad de ser el candidato para la Comunidad de Madrid y, según su versión de los hechos, por una serie de imposiciones asfixiantes no vio más remedio que montar su propia marca y salir de Podemos voluntariamente antes que le cortaran la cabeza, porque en ese caso su imagen sería la de un rebotado. El partido se llama Más Madrid y Errejón repitió hasta la extenuación que estaba centrado en Madrid y en los madrileños. La razón de ser de su partido político era la Comunidad de Madrid. Ese es el concepto legítimo; no se puede esconder el hecho de que se trataba de un partido regionalista, como Andalucía x Sí, ERC o como lo fue Ciudadanos.
¿Qué significa, entonces, su salto a la política nacional? ¿Más Madrid era solo un elemento de promoción? ¿Un partido regionalista va a aprovechar la imagen de Errejón, que tiene adeptos en toda España, para meter la cabeza en el Congreso? Es legítimo, pero, si se presentan por más circunscripciones aparte de Madrid, lo siento, deja de serlo. ¿Estamos hablando de un partido que lleva en su ADN mirar por Madrid y sus sucursales serán igualmente regionalistas, estamos hablando de federalismo, de plurinacionalidad? En ese caso, ¿qué plurinacionalidad puede reclamar Madrid? ¿Que se respete su lengua, su idiosincrasia, su particular nacionalidad histórica? Sería como uno de esos extraterrestres de V que se pasaron al bando de los humanos, ¿no? Eh, Galicia, Euskadi, Canarias, Andalucía, Valencia, Catalunya y etcétera, no os preocupéis que la cuna de la plurinacionalidad será Madrid y vamos a encabezar vuestras demandas. Pero pactando por arriba con los partidos que os representen.
A no ser que Más Madrid siempre haya sido la excusa para obtener una victoria, visibilidad mediática y altavoz para que le preguntasen por las cosas del resto del país. Ni siquiera voy a juzgar si eso está bien o está mal; nuestra democracia lleva a estas cosas. Lo que sí sé es que, si yo fuese un madrileño que hubiese creído que Errejón se iba a partir los cuernos para mejorar mi vida, ahora estaría un poco enfadado. Y comenzaría a plantearme si fue cierta su versión de los hechos.