Un borrego es un carnero u oveja de uno o dos años que vive en un rebaño que reacciona como tal ante cualquier información o estímulo, sea el ladrido del perro o el grito del pastor. Según la Real Academia Española borrego es también aquel que se somete fácilmente a la voluntad de otro sin rebelarse ni protestar y borreguismo la actitud de quien, sin criterio propio, se deja llevar por las opiniones ajenas.
Dicho esto pasemos al tema de esta semana. Recuerdo que muchos teóricos de la educación han criticado que la enseñanza en las escuelas coarta el aprendizaje y fabrica generaciones de ciudadanos alienados con el único fin de que sean útiles para la sociedad de la que formaran parte.
Puede que esto no fuese del todo mentira, pero lo cierto es que hoy día podrían criticar aún más el papel ejercido en la sociedad actual por el flujo de información y los valores que se transmiten a través de los medios de comunicación y las redes sociales. Hoy día parece que cualquiera puede saber de todo.
En los blogs, foros y medios de comunicación es llamativo ver como mucha gente opina sobre temas o personas sin tener ni idea de lo que dicen, critican el trabajo de otros sin conocerlo ni comprenderlo, discuten por placer cambiando de postura sin motivo aparente, hacen burla de lo que no tiene gracia y se ofenden ante el humor de los demás, acusan al amparo de la muchedumbre, se indignan, siguen modas y dogmatizan a conveniencia o cuando toca. ¿Qué repercusión tiene todo esto en la educación?
En el plano educativo lo anterior no transmite valores, engañando y manipulando a un amplio sector social formado por los que se creen eruditos y capaces de opinar sin saber nada, los que se sienten más libres sin serlo y los que dicen ser más conscientes de problemas e injusticias pero no les dan solución.
Lo más triste es que muchos de los que fabrican mentiras para acomodarse en el sistema, terminan por creérselas y las venden como modas de actuación y pensamiento, cuando en realidad esconden egocentrismo, narcisismo, cinismo e hipocresía.
Este borreguismo ilustrado es la consecuencia de que muchas personas opinen sobre un tema sin investigar por su cuenta, dejándose llevar solo por lo que ponen en las redes sociales y lo que dicen los medios de comunicación, guiándose incluso por una sola fuente.
Esto hace que la opinión pública sobre algunos temas termine siendo un conjunto de opiniones iguales que fomentan la ignorancia y distorsionan la educación de personas que no son conscientes de ello. Ni la escuela tiene porque alienar el aprendizaje ni los medios digitales producir borregos, a los verdaderos borregos los llevan por donde quieren porque son incapaces de aprender y razonar, a nosotros nos manipulan porque es más cómodo mirar hacia otro lado.
