La culpabilidad

¿Qué tiene la culpa que nadie la quiere? Todos la rechazan, le hacen el vacío y la regalan si es necesario. Creo que la sensación de sentirnos culpables nunca hemos sido capaces de digerirla. Nos cuesta creer que hemos hecho algo mal, aunque sea de forma inconsciente. Es difícil pensar que somos los causantes de algo que no queríamos que hubiera ocurrido. Quizás insensatos de llegar a hacer eso que no nos imaginábamos que tendría dicha repercusión. Pero debemos ser honestos con nosotros mismos y aceptar las críticas sobre lo que hemos hecho mal. Esto nos servirá para mejorar. Para saber cómo debemos plantear y realizar todo lo que nos venga de aquí en adelante. Reconocer es el primer paso para poder avanzar. No podemos avanzar de la mano de nuestras mentiras, aquellas que nos hacen creer que somos de lo mejor que existe en la Tierra. No. Somos humanos y en los humanos viene de serie la acción de equivocarnos. Es por ello por lo que debemos convivir con el error. Saber que en el acierto estará el éxito, pero que lo que nos hace mejorar es la corrección de todos esos fallos que a día de hoy tenemos. No necesitamos que vengan a decirnos lo que cada día hacemos bien, pero sí aquello en lo que erramos. Aquello que sin querer o queriendo, quién sabe, no llegamos a hacerlo de la mejor manera. Por eso, siéntete culpable. Siente. Siente con el corazón y después piensa con tu cabeza: qué has hecho mal y qué solución se le puede plantear. Y así, tan solo así, lograrás ser mucho mejor de lo que eres actualmente.