Víctor Pastor, el director financiero de Abengoa, aseguró la semana pasada a los analistas bursátiles durante la presentación -sin aceptar preguntas- de los resultados del primer semestre del año que la venta del 41,5% en su filial Yield se retrasaba de septiembre al último trimestre del año a falta de algunas autorizaciones. Varias fuentes cercanas a Abengoa han explicado a este diario que
el escollo clave es que el Departamento de Energía de EEUU no autoriza la venta de esa empresa, que aglutina entre sus activos la macroplanta termosolar Solana en Arizona.
Y ello precisamente porque esa planta, cuya construcción fue financiada con un aval público de EEUU de 1.450 millones de dólares, no funciona como estaba previsto y nunca lo ha hecho en los más de cuatro años que lleva en marcha.
El ministerio de Energía americano y la empresa negocian reparaciones por un importe de entre 80 y 100 millones de euros para arreglar la central -que tiene 250 megavatios- y dar así luz verde a la venta de Yield. Fruto de ese macroaval, añadido a otro de casi 1.200 millones para otra macroplanta gemela en California, un banco público de EEUU se convirtió en el mayor acreedor de Abengoa al entrar esta en preconcurso en 2015.
Abengoa nunca ha comentado los graves problemas que acumula la instalación, y sólo se vio obligada a referirse a ellos cuando las televisiones de Phoenix (la capital de Arizona) emitieron imágenes de un incendio originado en la zona de intercambiadores de calor de la central. Precisamente el sistema de almacenamiento de calor en tanques de sales - sistema que permite a la central producir electricidad cuando no hay luz- es el principal quebradero de cabeza desde la puesta en marcha.
Los intercambiadores de calor entre el aceite que acumula las radiaciones procedente del sol y esas sales han sufrido explosiones en dos ocasiones en 2014 y 2015 y no terminan de funcionar correctamente, por lo que hay que sustituirlos. La imposibilidad de la planta de producir de noche ha provocado incluso quejas por parte del cliente que compra la electricidad a Abengoa, la empresa pública APS de Arizona, ya que paga a precio de termosolar cuando la planta funciona como fotovoltaica (sólo con sol).
Fallos de diseño
Todo ello ya generó un agrio debate interno entre Abengoa y su filial Yield a inicios de año ya que la matriz traspasó la planta a esta filial en 2014 y ambas partes se dieron un plazo de tres años para que la alcanzara un ratio de producción del 80% al menos. Como no ha llegado a ese nivel por problemas derivados de la construcción por parte de Abengoa, ambas partes negociaban hasta
300 millones en reparaciones, que ahora se quedarían en esos 100 millones máximo.
Con ello quedará extinguida la reclamación de Yield a su aún matriz.
A ello se añade que, el mes pasado, temporales de viento han dañado gravemente el 25% del campo solar de Solana, ya que los cimientos han cedido.
El campo solar tenía fallos de diseño pues no ha resistido un viento menor que el que teóricamente podía aguantar. La empresa negocia ahora con su aseguradora sobre este siniestro, todo ello según las citadas fuentes.