El problema de dormir con un ojo abierto

Publicado: 25/08/2017
Los recientes atentados ocurridos en nuestra querida Cataluña han despertado a muchos españoles de un apacible sueño
Los recientes atentados ocurridos en nuestra querida Cataluña han despertado a muchos españoles de un apacible sueño, en el cual el grave problema del terrorismo parecía haberse alejado de nuestro país.

Y digo a muchos españoles, porque no a todos, ya que la relativa calma terrorista que hemos vivido estos últimos años se ha debido a la callada y eficaz labor de otros muchos ciudadanos que se han encargado de prevenir y evitar numerosos atentados.

Así, la lacra terrorista solo ha sido frenada en nuestro país por la actuación de unos servicios de seguridad acostumbrados a luchar contra ella.

Pero, por desgracia, hemos visto cambiar de golpe la situación, debido a que la aparente inoperancia de un cuerpo de seguridad y los intereses políticos de quienes lo controlan, se han unido a la permisividad de aquellos que deberían haber velado para que esto no sucediese.

Ahora estamos seguros de que bajo la falsa apariencia de una confesión religiosa (que interpretan a su manera) son muchos los extremistas que han sabido difundir sus consignas en Cataluña.

El carácter internacional de la sociedad catalana, su actual coyuntura política, y una serie de fallos en la seguridad, han permitido que los terroristas campasen a sus anchas, ocupando viviendas para convertirlas en bases de operaciones, comprando y robando impunemente todo lo necesario para fabricar explosivos, y disponiendo de zonas turísticas desprotegidas en las cuales atentar.

Ahora, a conejo pasado, hay quienes ensalzan la actuación de los que solo fueron eficaces tras los atentados, hay quienes realizan reproches a destiempo, e incluso hay quienes aprovechan para desatar fobias o ensalzar valores ciudadanos de convivencia.

Pero lo cierto es que la sociedad, y aun menos las víctimas, sentirán un mayor consuelo por  haberse capturado o “eliminado” a los terroristas, o por promoverse pactos antiterroristas (ambas cosas necesarias).

Lo realmente válido hubiese sido trabajar para prevenir los atentados, aunque este nuevo tipo de terrorismo sea muy difícil de impedir.

Además de desempeñar correctamente su labor, cualquiera que sea responsable de velar por la seguridad ciudadana, deberá estar dispuesto a sacrificar muchos de sus intereses personales o políticos.

quellos que solo viven para sus intereses, duermen con un ojo abierto, temiendo que se los perjudiquen, pero cuando se levantan están tan cansados que no suelen ver lo que está ocurriendo a su alrededor. Los que solo ambicionan hacerlo bien no necesitan dormir con un ojo abierto.

Además de doloroso, es triste lo que hemos vivido los españoles en estos días.
Descansen en paz las víctimas, y los demás aprendamos lo que tengamos que aprender para el futuro.

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