El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid ha declarado en concurso de acreedores a Isolux Corsán y seis de sus filiales, según un edicto publicado este martes en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Los acreedores del grupo tendrán un mes, a contar desde mañana, para informar al administrador concursal de los créditos que tienen con la compañía.
Los deudores conservarán las facultades de administración y disposición sobre su patrimonio, quedando sometido el ejercicio de éstas a la intervención de los administradores concursales mediante su autorización o conformidad.
El consejo de administración de Isolux Corsán aprobó el pasado 4 de julio solicitar el concurso de acreedores para el grupo y seis de sus filiales después de dos años tratando de superar sus dificultades financieras y, en último término, tras no lograr un inversor que entrara en su capital y lo rescatara.
En este escenario, el presidente de la firma de construcción e ingeniería, Nemesio Fernández-Cuesta, y los seis miembros restantes de su consejo presentaron en bloque su dimisión con el fin de "facilitar la gestión de la nueva etapa".
El concurso de Isolux es el mayor de una compañía de construcción de los últimos años y de los de más dimensión de la historia empresarial española junto con los de Martinsa Fadesa, Abengoa, Nueva Rumasa, Pescanova o Reyal Urbis.
Isolux recurrió finalmente al concurso tras dos años tratando de superar sus tensiones de liquidez y financieras y al no poder acometer una segunda reestructuración de su deuda apenas un año después de que en julio de 2016 fuera rescatada por sus bancos acreedores, que desde entonces controlan la compañía.
El grupo, en 'preconcurso' desde el pasado mes de abril, buscó en los últimos meses un socio que entrara en su capital, inyectara fondos y lo reflotase, pero no tuvo tiempo para conseguirlo. No obstante, en la última reunión del consejo, celebrada a principios de julio, se anunció que en los últimos días se habían recibido seis ofertas presentadas por distintos inversores interesados sobre distintos negocios de la división de construcción e ingeniería de la empresa.
Se trataba de propuestas que se comprometían a subrogar no sólo a los trabajadores vinculados a los proyectos, sino también a otros de otras áreas. "Corresponde a los nuevos administradores, al administrador concursal y al juez, enjuiciar, valorar y, en su caso, aprobar alguna de estas propuestas recibidas que den continuidad a la labor empresarial y a los trabajos de este consejo de administración", declaró entonces la compañía.
UN 'AGUJERO' DE CASI 802 MILLONES DE EUROS
Isolux se declara en quiebra con un 'agujero' (un patrimonio negativo) de unos 801,9 millones de euros y una plantilla, tras el ERE pactado el pasado año, de 3.884 trabajadores. De ellos, los empleados de las firmas que han solicitado el concurso son 1.992 empleados, 1.104 de ellos, en España.
Asimismo, a pesar del rescate y la reestructuración de deuda del pasado año, la compañía soportaba al cierre de abril una deuda de 1.270 millones de euros (de ellos, 557 millones ligados a proyectos).
El grupo tiene una deuda de 405 millones con proveedores, pero, según asegura, está al día en el pago de las nóminas y el resto de obligaciones con los trabajadores (Seguridad Social e IRPF).