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Andalucía

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El presidente del PP-A confirma su candidatura a la reelección, una balsa de aceite ante el ruido de sables que se prevé luego. El Congreso, en marzo en Málaga.

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El Partido Popular cerró sin sobresaltos su Congreso Nacional el pasado fin de semana y enfilará dentro de un mes el andaluz sin oposición a la vista para Juanma Moreno, que ante su Directiva Regional ha confirmado este martes el secreto a voces de que se presentará a la reelección. Tanto el cónclave de Madrid como el que se celebrá en Málaga del 17 al 19 de marzo parecen lo más próximo a una balsa de aceite: ni Mariano Rajoy tuvo contestación interna alguna ni la tendrá su hombre fuerte en Andalucía. El ruido de sables se prevé en algunas provincias convulsas, con la división interna y no disimulada en el PP sevillano como máximo exponente de que no todo está tan atado en la maquinaria interna del que es primer grupo de la oposición en la región. En Granada la salida de la Alcaldía del investigado José Torres Hurtado también terminó de destapar el enfrentamiento y en otras provincias como Huelva y Córdoba hay signos de disensión. En Almería también se está pendiente de que Grabriel Amat, salpicado por casos de irregularidades en su gestión, aclare si continúa o entrega su eterno bastón de mando.

Quizás por eso Moreno ha deslizado este martes a sus líderes provinciales, todos ellos sentados a sus espaldas mientras se colocaba frente al atril, que el PP hace gala a nivel nacional y autonómico de ser un partido "unido, sólido y fuerte", pero a continuación ha invitado a todos los que lo integran a "participar con energía porque discrepar no es no opinar, no es no poder plantear situaciones distintas". En el PP-A se debe, ha insistido, "opinar libremente sobre cuestiones que consideréis de vuestro interés". La cuadratura del círculo: cómo salir reforzados de una cita regional intentando, además, que no vuelen los trastos en las citas provinciales. 

Salvo ese apunte, todo optimismo. El PP quiere reproducir en marzo en Andalucía el estado de tranquilidad y sosiego con el que cerró el congreso nacional. Moreno aspira a que su partido salga "forlacido" de la cita de Málaga y con el objetivo claro de tomar a medio plazo el Gobierno de la Junta de Andalucía. "Sólo nosotros podemos ser alternativa a los 36 años de Gobierno socialista", ha pronosticado antes de advertir a los suyos de que que "no será fácil porque tendremos enfrente a la maquinaria electoral más potente de España, un Gobierno con hondas raíces que hará lo posible para no perder el poder". 

Salvo sorpresa mayúscula, Moreno será el cabeza de cartel en las próximas autonómicas porque será reelegido presidente el próximo mes. Se presenta asumiendo haber cometido "errores", e incluso ha pedido "disculpas" a "aquellos compañeros a los que haya molestado" alguna de sus "visiones o actuaciones". Pese a las posibles diferencias, ha asegurado que ha intentado "dejarse la piel" por el partido en los tres años transcurridos desde que tomó sus riendas, incluso debiendo superar "el ciclo electoral nada positivo" que le dejó como herencia la crisis económica. También ha animado a quien se vea con fuerza para presentarse que lo haga porque "tan sólo son necesarios 90 avales". 

El PP-A estrenará además en Málaga en marzo un nuevo sistema de elección de su cúpula. Hasta el próximo martes, 21 de febrero, podrán presentarse las candidaturas a presidente del partido. Moreno ya ha anunciado la suya y no se auguran competidores. Haya o no quien le haga sombra, los 163.000 afiliados pasarán por las urnas en sus municipios para elegir presidente y también a los compromisarios. Eso será a principios de marzo. Pocos días después, esos compromisarios serán los que avalen al nuevo líder en segunda vuelta. 

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