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El Puerto, cerrado por obras

Los conductores demandan señales informativas y agentes que controlen el tráfico.

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  • La avenida de la Bajamar, sobre las 14.30 horas del pasado martes.
Aún no ha llegado la avalancha de veraneantes pero el tráfico se está resintiendo de los cortes de calles debido a las obras que se acometen en estas últimas semanas en numerosos puntos de la localidad a raíz de la ejecución de los proyectos financiados con los fondos de inversión estatales y que tienen el 31 de diciembre de este 2009 la fecha tope de finalización. Aún así, en el calendario están confluyendo otras actuaciones que el Gobierno municipal quiere poner en marcha al mismo tiempo, una opinión que no es compartida por la mayoría de ciudadanos, que algunos en tono de broma y otros más enfadados en sus comentarios, no hacen más que preguntarse cómo se va a poder acceder en las próximas semanas a El Puerto cuyo centro urbano está a punto de quedar cerrado por obras y, precisamente, en una época tan crucial para la economía como es el verano.
A lo largo de esta semana, Información ha comprobado los problemas que están sufriendo los conductores debido al corte de las calles, detectando sobre todo la falta de paneles informativos que adviertan de cambios en el sentido del tráfico o personal autorizado que indique al conductor por dónde debe circular para evitar atascos o zona en obras y rutas alternativas. El alcalde, Enrique Moresco, aseguraba el viernes pasado que se iban a instalar más paneles informativos. En la avenida de Micaela Aramburu se ha colocado la señal informando del cambio de la parada de autobús esta misma semana, pero ya llevaba dos siendo de doble sentido, por lo que algunos conductores de la zona y los mismos residentes creen que la medida ha llegado tarde. Este sábado noche, incluso, sorprendía la ausencia de la Policía Local -presente siempre en la plaza de las Galeras-, si bien se habían instalado unas vallas para evitar que los vehículos ocuparan el sentido contrario de la vía y respetaran la salida de los taxistas y de quienes intentaban acceder al aparcamiento del Calderón.
De lo comprobado a lo largo de esta semana se puede deducir, además de esa falta de información, que los atascos están focalizados y que adquieren mayor magnitud en horas puntuales, lo cual ya es asumido por los conductores, que soportan mayores colas a la hora de la entrada de los niños al colegio, al mediodía y a determinadas horas de la noche, especialmente en verano los fines de semana. Sin embargo, lo que antes era una retención de apenas unos minutos -salvo casos excepcionales- ahora se transforma en 30, 40 minutos...

El lunes, el problema lo sufría Vistahermosa. Los conductores vieron asombrados cómo se cortaba un tramo de la carretera de Fuentebravía, por lo que quien circulaba desde la Costa Oeste tuvo que dar un rodeo por el interior del centro comercial para volver a coger la carretera y tomar la dirección propia. El camino de los Enamorados no permitía tampoco un atajo al centro.
El martes 16 la situación se complica sobre las dos y media en el centro. La finalización del mercadillo en el paseo José Luis Tejada coincide con la salida de los trabajadores de sus centros de trabajo, lo que provoca el colapso de la avenida de la Bajamar, con retenciones desde el Real Club Náutico hasta la calle Compositor Javier Caballero. Las furgonetas de los ambulantes circulan muy despacio por la estrechez de la vía, por lo que muchos afectados apuntan una solución: que se les ofrezca una ruta alternativa de salida. Hay turismos que optan por circular por Sol y Larga, pero pocos conocen esta posibilidad.
El miércoles noche se vive una situación similar en la Costa Oeste, al encontrarse los conductores la avenida de Fuentebravía cortada desde el cruce del Centro Inglés hasta Vistahermosa, teniendo que desviarse por las urbanizaciones cercanas. Eran apenas las nueve.
El jueves la situación se repite en los accesos a Pozos Dulces. Sobre la una de la tarde, la salida desde Bajamar se produce con normalidad, sin atascos, pero éstos se reproducen en el lado contrario. Los conductores soportan las colas y la retención de tráfico afecta a quienes circulan desde Valdelagrana. Las colas superan el puente de San Alejandro en varios metros.
El sábado por la mañana, las primeras retenciones, circulando desde la Zona Norte, se sufren desde la glorieta de El Paseo, donde quienes acuden al centro comercial se funden con quienes usan la variante para acudir a la playa sobre las doce del mediodía. La situación no mejora a la hora de acceder al centro. Escogiendo la ruta alternativa de la avenida de Sanlúcar, la situación se repite, aunque en la rotonda del cementerio los problemas ya se han convertido en normales.
La búsqueda de otros accesos distintos a los habituales para acceder hasta la plaza del Polvorista y Bajamar se antoja complicado, y difícil para quien no reside habitualmente en la ciudad y conoce las alternativas. El corte de Cruces se solventa el martes con el acceso por Carmen Pérez Pascual, aunque esta vía también ha quedado afectada por las obras, un día después. La llegada por Valdés siempre ha sido complicada, antes por los aparcamientos en doble fila y ahora porque al habilitarse dos carriles desde la plaza de toros en dirección al hospital ha provocado algún despiste entre los conductores, al igual que ocurriera al cambiarse la avenida del Ejército, aunque a medida que han ido avanzando los días se ha mejorado la fluidez a determinadas horas.
La situación, sin embargo, puede empeorar a medida que avancen las obras, ya que en los próximos días se prevé el inicio de los trabajos en Pagador, la avenida de Sanlúcar, la calle Espíritu Santo... sin olvidar que en Valdelagrana también la avenida de la Paz se verá afectada. Las autoridades piden paciencia.

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