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Veredictos

Carmen Pardo: la verborrea infinita

El último libro hasta la fecha de la ensayista y traductora catalana Carmen Pardo, En el silencio de la cultura (Sexto Piso, 2016) es la crónica de una búsqueda

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  • En el silencio de la cultura -

El último libro hasta la fecha de la ensayista y traductora catalana Carmen Pardo, En el silencio de la cultura (Sexto Piso, 2016) no es solo una historia del siglo XX a través de la música y el arte, sino, sobre todo, la crónica de una búsqueda, inconclusa, de respuestas al enigma del silencio, donde “bulle el rumor de mil discursos, de un millar de consignas, el rumor de un exceso que tiene por objeto, una vez más, arrebatar la palabra”.

El siglo XX fue todo un acontecimiento, no sólo política, sino musicalmente. La progresión que va de Debussy hasta Ligeti, por ejemplo, es extraordinaria. Pardo arroja sobre esa evolución admirable “la mirada del piloto”, es decir, “hace de la tierra un escenario y de los hombres figurantes”; la suya es una “mirada bífida: da cuenta de una acción a distancia que obra a su vez un distanciamiento del ver”. En un siglo de vanguardia continuada, hasta el punto de que hay casi un retorno a la polifonía medieval, la conclusión es desoladora: “No hay paisaje que componer, sólo la inmediatez de lo que no se puede mirar, o la belleza de las ruinas”.

Acierta Pardo al sugerir que la tradición germánica quedó irremediablemente sepultada bajo los escombros de Berlín. En cierto modo, todo el curso posterior de la música moderna se establece durante la década de 1940. El bando aliado decide, de forma unilateral, que los alemanes necesitan reorientación. Uno de los efectos culturales de esta misión es fomentar una nueva estética musical de intelectualismo anti-populista entre los jóvenes compositores, que logre “urbanizar el vacío de una mirada que ya no funciona, o no puede funcionar, como organismo de comprensión”.

En el libro, sin embargo, no sólo se habla de música. En el caso de los artistas norteamericanos, entre ellos Walt Disney, golpeados por los caprichos de la policía cultural capitalista, Pardo rechaza admirablemente la fácil característica moralizante retrospectiva del polemista: “Las voces de la radio y Mickey Mouse vienen (…) a ocupar el imaginario de una fatiga sin precedentes”. Para hablar sobre arte, parece decirnos la ensayista, lo primero que uno tiene que tener en cuenta es lo que el arte nos dice: “Durante la Gran Guerra la imagen predominante fue la de la barbarie (…) Ésta es la gran coartada que permite, a partir de entonces, disfrazar la barbarie con el ropaje de la civilización”.

En el silencio logra una síntesis interdisciplinaria notable, en la que la música ilumina la historia y la cultura, así como a la inversa. En todo momento, su autora cambia fluidamente el tempo y el enfoque, entre los elegantes perfiles de estilo de los artistas representativos, y se desplaza con soltura a través de movimientos y periodos culturales, haciendo zoom infaliblemente sobre el detalle fascinante. Pero lo que realmente diferencia su escritura es el lenguaje que ha forjado para evocar el sonido. O la ausencia de éste: “Los soldados volvían mudos de la guerra. Ahora, nuestra verborrea es infinita”.

En La escucha oblicua (Sexto Piso, 2014) la autora catalana nos ofrecía un análisis del arte de John Cage (1912-1992), compositor que escribió mucho acerca de sí mismo, pero, mantuvo una opacidad puritana sobre sus emociones. El término “escucha oblicua” incidía en “esa forma en la que la escucha atraviesa el sonido y su representación (…) en un escuchar a través del sonido y no de las ideas, para percibir que el sonido nunca cesa”. Uno se queda pensando en el título de esta nueva entrega, maravillosamente ambiguo, que vuelve a jugar con las prácticas de Cage. Una posible lectura es que el silencio es todo lo que es ausencia de música, es decir, todo lo que no es civilización. La erudición que el libro demuestra logra templar el agotamiento que evoca el título, y al mismo tiempo es tentativa de respuesta a la pregunta sobre los fines de la cultura, así como sus posibles nuevos comienzos.

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