Isolux planteará a sus bancos canjear por nuevas acciones un tramo máximo de deuda de 1.260 millones de euros, importe equivalente a alrededor del 80% del total de su pasivo corporativo, según informaron a Europa Press en fuentes del sector.
El monto definitivo dependerá de las inversiones que la compañía logre realizar antes de la capitalización, dado que destinaría los fondos a liquidar deuda.
Isolux prevé acometer "desinversiones significativas" durante 2016, con lo que contempla venderá activos adicionales que los inicialmente contemplados, la filial fotovoltaica T-Solar y un conjunto de líneas de transmisión de Brasil.
La compañía que actualmente controla y preside Luis Delso prevé comenzar esta semana a plantear a la banca su propuesta para reestructurar la compañía y refinanciar su deuda que, sumando las emisiones de bonos y la deuda de proyecto, asciende a unos 4.500 millones de euros.
El plan estratégico en que trabaja Isolux comtempla reestructurar sus negocios de forma que cada uno soporte su deuda correspondiente y se garantice que puede generar recursos para pagarla. Así, y según detallaron a Europa Press dichas fuentes, Isolux propone estructurar su deuda corporativa en tres tramos.
El 'tramo A' correspondería a los 200 millones de euros que los bancos se han comprometido a inyectar en la empresa para garantizar su liquidez a corto plazo y garantizar su viabilidad en lo que concluye la refinanciación. Este tramo deberá amortizarse con las primeras desinversiones.
El 'tramo B', de unos 600 millones de euros, constituye el pasivo ligado al negocio de construcción e ingeniería, con lo que amortizaría con los recursos que genere esta actividad.
El grueso del pasivo corporativo se incluye en el 'tramo C', estimado en 1.260 millones de euros, que a su vez se divide en 'tramo C1', el que se abonaría con desinversiones, y el 'tramo C2', que es el que se capitalizaría, esto es, se canjearía por acciones de la empresa.
Así, el importe deuda que los bancos finalmente convertirán en títulos de Isolux con el fin de 'rescatar' a la compañía dependerá de las ventas de activos que materialice la empresa.
En virtud de esta capitalización, los bancos acreedores y los bonistas de Isolux se quedarán con hasta el 95% del capital social de la compañía. Los actuales accionistas y gestores de Isolux (su presidente y su vicepresidente, José Gomis) reducirán hasta un 5% su actual participación de control del 50%.
RESPALDO DE LOS BANCOS.
Según reconoció Isolux el pasado viernes, durante la presentación de resultados de 2015, la puesta en marcha del plan y su viabilidad pasa por lograr "la aceptación previa de, al menos, una parte pertinente de los acreedores". "La confianza de los bancos en nuestro proyecto es un aspecto clave para lograr su éxito", indicó.
No obstante, la compañía está por el momento logrando el respaldo de sus bancos acreedores. Así, Santander, CaixaBank y Bankia ya han aportado 50 millones de euros a la empresa de la referida inyección de 200 millones.
Además, estas tres entidades, junto con Banco Popular y Banco Sabadell, han convenido en seguir facilitando avales a la compañía, según detallaron dichas fuentes del sector.
Isolux concluyó el ejercicio 2015 con 'números rojos' de 52 millones de euros, por el impacto en su negocio de las dificultades de Brasil. Además, a la conclusión del pasado año presentaba un capital circulante negativo por 353 millones de euros.