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Sábado 27/04/2024  

El Coto de Doñana, estampa de una colección fotográfica

Escriva es la segunda vez que escoge Sanlúcar como escenario para mostrar sus trabajos

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  • Uno de las diez fotografías que Sergio Escrivá dará a conocer en la Fábrica del Hielo a partir del 6 de junio. -

El fotógrafo valenciano Sergio Escriva vuelve a pisar Sanlúcar para dar a conocer una colección de imágenes que él mismo ha elaborado a partir de las imágenes de las fotografías que hace y que, además, decorará las instalaciones de la Fábrica del Hielo a partir del próximo 6 de junio y hasta el próximo 30 de agosto. 

Empezó en el mundo de la fotografía como un aficionado y poco a poco ha ido perfeccionando su técnica.

 Bajo el título de ‘Sombras de salitre’ en la que en la mayoría de las fotografías contenía imágenes de Sanlúcar (playas, sol, el barrio de Bonanza entre otros) expuso Escrivá por primera vez en Sanlúcar el año pasado. Esta colección se llama ‘Marina’ y por primera vez la muestra al público aunque la segunda que lo hace de manera individual y contiene un total de diez fotografías que tienen un nexo común, “la presencia velada del Coto de Doñana”.
 
Escriva considera que su trabajo se caracteriza porque “hay una constante búsqueda por la integración del ser humano con su entorno, convirtiendo a la persona y al paisaje en un todo”. Así describe a los personajes de sus fotografías, como gente que ansía reconciliarse con la naturaleza, incluso, cuando éste no aparece explícitamente en la imagen, se sustituye su presencia pero de alguna forma hace que se note la presencia de una persona. 


TÉCNICA


Según los que lo conocen, las fotografías de Escriva se caracterizan porque “desafían las leyes cromáticas, reinventan do lugares reales para convertirlos en escenas oníricas”. Más que descripción del paisaje, busca “sugerir, conmover y transmitir sensaciones al espectador”. Por esta razón, muchos se atraverían a decir que este artista “ha bebido del espíritu trágico del romanticismo ya que esta sensibilidad romántica se transmite en sus fotografías a través de una combinación de gozo y melancolía”. 

Los mares de nubes de Friedich o el dramatismo cromático de Turner se antojan evidentes en parte de sus obras. También “adivinamos en su estética pequeños guiños al cómic fantástico y a la publicidad a través de colores vivos e imágenes espectaculares que nos invitan a penetrar en la hermosura de lo inconmesurable”. 

Así opinan algunos que conocen su trabajo.

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