El proyecto que la compañía andaluza Ditecsa va a ejecutar sobre 26.000 metros cuadrados de naves de los antiguos Astilleros de Sevilla solicitados a la Autoridad Portuaria consiste en el diseño, construcción y preensamblaje de módulos industriales para una planta de tratamiento de mineral de la mina Castellanos, en Cuba. El yacimiento de plomo y zinc, cuya apertura está liderando el grupo Trafigura en alianza con una empresa estatal cubana, contará así con suministros clave producidos en Sevilla merced a un contrato de 12 millones de euros a ejecutar entre 2015 y 2017. Ditecsa se cuela así entre las empresas españolas que aprovechan la apertura económica del régimen cubano.
Trafigura es la propietaria de Mina de Aguas Teñidas, en Huelva, para quien Ditecsa ya ha trabajado como proveedor en los últimos años. Hasta ahora, el propietario y presidente de Ditecsa, Gonzalo de Madariaga, sólo había avanzado tras desvelar
andaluciainformacion.es su solicitud de concesión a la Autoridad Portuaria que en las naves se iba a reubicar la fábrica que poseen actualmente en Dos Hermanas (Sevilla).
Obras de mejora
Según las fuentes consultadas por este diario, a corto plazo las cuatro naves y edificios auxiliares para las que Ditecsa ha pedido una concesión por 50 años van a utilizarse para desarrollar ese trabajo para Emincar (la sociedad cubana en la que Trafigura tiene el 49%). Una vez la Autoridad Portuaria apruebe la concesión, Ditecsa tiene previsto invertir 2,3 millones de euros para adecuar y restaurar las cuatro naves, y otro edificios auxiliares, antes de empezar a trabajar.
La empresa que Madariaga controla al 99% va a diseñar, construir y preensamblar módulos de fabricación para esa planta minera: estos módulos se prueban en origen (en Sevilla, antes de partir hacia Cuba, donde quedan ensamblados estructural, eléctrica y mecánicamente) y llegan listos para incorporarse al resto de la planta.
La mina Castellanos, 200 kilómetros al oeste de La Habana, supone una inversión de unos 300 millones de euros y al yacimiento, a cielo abierto, se le estima una vida útil de 11 años. Ditecsa, además de para Aguas Teñidas, ha sido proveedor desde 2006 de las minas de Cobre Las Cruces (Sevilla), Agua Blanca (Badajoz), Riotinto, Sotiel, Magdalena (estas dos, incluidas en el grupo de Aguas Teñidas), Lomero-Poyatos o la chilena Codelco, en un yacimiento del país americano.
La compañía andaluza prevé ingresar ya un millón de euros por el proyecto para Emincar este año; otros seis millones en 2016; y en 2017 otros cinco millones. A partir de ahí, la compañía prevé empezar a incorporar carga de trabajo de Dos Hermanas a la nueva planta. Ditecsa prevé obtener un margen bruto del 20% sobre esos ingresos, es decir, de 2.4 millones antes de impuestos e intereses.
Internacionalización
La intención de la compañía, que facturó 70 millones en 2014 y prevé crecer hasta 82 millones este año, es exportar esta experiencia a otros proyectos mineros o del sector petroquímico y energético fuera de España.
Ditecsa es el grupo industrial sevillano que Gonzalo de Madariaga ha adquirido al 99% por unos tres millones de euros tras salir a final de 2012 de la presidencia de la empresa MP, que controlaba junto a su familia. En su nueva andadura, Madariaga se ha rodeado desde el año pasado de un nuevo consejo de administración que tiene otros tres miembros además de él: el empresario cordobés y exvicepresidente del grupo Sánchez-Ramade, Javier Sánchez-Ramade Moreno; el empresario Pedro Valdecantos; y el exdirectivo de El Monte y Cajasol, Lázaro Cepas, como secretario.
La compañía, tras la llegada de Madariaga, ha emprendido una rápida expansión internacional hacia Latinoamérica (Colombia, Chile, México y Ecuador), África (Marruecos) y Europa (trabaja en Inglaterra y Alemania). Tiene casi mil empleados fijos a cierre de 2014.