Las constructoras andaluzas Sando y Azvi, y la caja rural almeriense Cajamar, han llegado a un acuerdo con los fondos Macquarie (Australia) e Infravia (Francia) para venderles las participaciones que mantienen en la sociedad concesionaria del metro de Málaga por 100 millones de euros. Los tres accionistas, que están en la concesionaria desde su constitución en 2004, suman un 40% del capital.
Todos ellos ya negociaron en 2014 esta misma venta al fondo estadounidense Blackstone, aunque la operación no llegó a buen puerto por diferencias en el método de pago. Cintra (filial de la española Ferrovial), la francesa Meridian y el grupo Icon Infraestructure han sido otros candidatos con los que se ha hablado.
El metro de Málaga incluye las líneas 1 y 2 y entró en funcionamiento parcialmente en julio de 2014, a falta de la terminación del tramo que conecta con el centro de la ciudad.
La Junta de Andalucía, que será el segundo mayor accionista tras esta operación con un 23,6 por ciento, se mantendrá en el capital. Deberá autorizar además esa venta.
Las constructoras Sando y Azvi, que refinanciaron su deuda en 2012 y 2014, respectivamente, están inmersas en un proceso de venta de activos desde entonces para cumplir sus compromisos con la banca. Ambas ya vendieron el año pasado el aparcamiento del hospital Virgen del Rocío al grupo familiar asturiano Masaveu por 13,5 millones.
Cajamar, por su parte, hace caja para reforzar su balance ante las creciente exigencias de solvencia que las autoridades europeas exigen a los bancos de mayor tamaño de cada país. La rural andaluza es el líder de su sector en España.
Precedente en Sevilla
La entrada de Macquaire e Infravia en el metro de Málaga viene precedida por la compra de las participaciones de Sacyr, ACS, la andaluza Gea 21 y la vasca CAF en la sociedad Metro de Sevilla al grupo Globalvía. Esa operación, por la que Globalvía pasó a controlar el 88% del suburbano sevillano por 177 millones, fue autorizada por la Junta -que retiene el 12% restante, en enero de 2014. Posteriormente, el pasado mes de agosto, Globalvía pasó a estar controlada por fondos de Reino Unido, Canadá y Holanda.
Estos fondos controlaban la deuda de Globalvía, hasta agosto controlada por las españolas FCC y Bankia.
Con el precio de venta acordado, Cajamar obtendrá 47 millones por su 18,8%; Azvi 29,7 millones por el 11,9%; y Sando vende su 8,5% por 21,2 millones. El acuerdo supone que ni la Junta ni los otros tres socios -FCC, Comsa y Vera- ejercerán su derecho ante los tres socios que venden.
Hace una semana, la Junta anunció que rescindirá el contrato a la constructora que hace el paso bajo el río Guadalmedina por sobrecostes excesivos. Hasta 2042, cuando acaba la concesión, costará a la Junta 2.622 millones, incluyendo coste de las obras y las subvenciones al billete, según la Cámara de Cuentas.