La FIA quiere recortar el gasto del Mundial e imponer un presupuesto máximo de cerca de 45 millones de euros y mayor libertad técnica para los equipos que se suscriban a esta norma.
"No habrá Fórmula 1 en 2010 si las reglas no cambian. Ferrari confirma su oposición a estas nuevas reglas impuestas por la FIA y no tiene intención de inscribir ningún coche para el Mundial del año que viene", indicó la escudería en un comunicado tras mantener una reunión.