No se trata de una remodelación profunda, al estilo del Ibiza, más que nada porque el León es un modelo mucho más reciente de lo que era el Ibiza anterior, y porque su diseño sigue pareciendo actual. Se trata de pequeños retoques estéticos, nuevos motores y novedades en el equipamiento disponible.
Lo primero a destacar es la gran gama de motorizaciones que nos ofrecen desde Martorell (antes, y ahora). Son nueve propulsores entre los que es difícil no encontrar uno que se adapte perfectamente a nuestras necesidades. Hay cinco de gasolina (1.4 de 85CV, 1.6 de 102 CV, 1.4 TSI de 125 CV, 1.8 TSI de 160 CV y 2.0 TSI de 211 CV). En tecnología diésel hay cuatro opciones (90, 105, 140 y 170 CV). En este aspecto hay pocas novedades. Si acaso el TSI de 211 CV, que sustituye a la opción de 200 CV que nos ofrecía el León hasta ahora. Las cajas de cambios posibles son cuatro: dos manuales, de cinco y seis velocidades, y dos automáticas de doble embrague de tipo DGS de seis y siete relaciones posibles, que sólo podremos adquirir conjuntamente con las motorizaciones más potentes.
Hay pocos cambios estéticos, y están concentrados en el frontal y la parte trasera. Hay pequeños retoques en detalles como los faros y los retrovisores. Las llantas son nuevas y la ventana trasera es ahora algo mayor, lo que redunda en una mejor visibilidad. En el interior los principales cambios están en los materiales escogidos por la marca.
En el apartado de equipamiento nos encontramos que todos los leones, incluso los de más bajo nivel de equipamiento, incluyen de serie ABS con TCS, ESP con asistente a la frenada de emergencia, un buen set de airbags, en el que se puede desconectar el del copiloto, y retrovisores calefactados, por ejemplo. No está mal si tenemos en cuenta que estamos hablando de 14.900 euros con motor de gasolina de 85 CV, y de 16.900 con diésel de 90. Con eso tendríamos un León de potencia razonable a precio asequible. La única pega es que nos faltaría el aire acondicionado, que es imprescindible en nuestras latitudes, y que ronda los 900 euros. Sumándolo todo, tenemos que los precios de entrada del León 2009 están cerca de 15.800 euros en gasolina, y cerca 17.800 en diésel. Ya no pinta tan bien, pero tenemos que tener en cuenta que estamos hablando de un León y no de un Picanto.
En el siguiente nivel de equipamiento tenemos un León aún más completo. Ordenador, un mejor sistema de sonido, testigo de presión de los neumáticos, diversos detalles estéticos y aire acondicionado. Nos saldrá por 16700 euros en gasolina con motor de 102 CV.
En el escalon Style tendremos también antinieblas, faros con cornering, mandos en el volante, detalles de cuero, elevalunas eléctricos también traseros (en las versiones anteriores era solo delantero), programador de velocidad retrovisores eléctricos con posición parking, climatizador, asientos más regulables, mejores llantas y, si escogemos uno de los motores más potentes, doble tubo de escape. Sale por 18.900 en gasolina (125 CV) y 22.200 en diésel (140 CV).
Si escogemos una versión FR tendremos el nuevo sistema XDS, que, junto con el control de estabilidad, hará las veces de diferencial antiblocante, un volante de cuero especial de tres radios con mandos en él, detalles estéticos FR, más altavoces, mejor alarma, llantas de 17 pulgadas y diversos detalles exteriores y acceso a las cajas de cambio DGS. Tendríamos así un León muy completo y listo para salir a la pista y colmarnos de sensaciones deportivas, pero eso tiene un precio. El FR más asequible supone 25.000 euros de desembolso, con motor de gasolina de 211 caballos. Puede parecer mucho dinero, pero si tenemos en cuenta el precio de venta de sus rivales, veremos que la compra del León FR, si es que estamos buscando ese plus deportivo, es bastante sensata.
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