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Costa Occidental

Edu Pereiro muestra sus grises en el Gin Club de Ayamonte

Se trata del trabajo de tres años fotografiando la calle, sus gentes, y resumidos en 13 instantáneas de formato medio, dos de gran tamaño y quince pequeñas

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  • Edu Pereiro -

Alguna vez uno prefiere la tranquilidad de la tarde, alejado quizás un poco del bullicio de su momento, para adentrarse en un espacio que combina lo lúdico con el arte, o el silencio con la imagen. Y en esta ocasión el colorido de las jacarandas se ha ausentado para dar paso al blanco y negro, o para no distraer la mirada y dejar que esta se fije en cada una de las imágenes que Edu Pereiro ha ido colocando en el Gin Club de Ayamonte.

‘Preludio’ es la primera exposición en serio de este joven despeinado pero de ideas más que claras. Ha sido su bautizo de fuego al mostrar su trabajo sin vestimenta ninguna, denudo, simple y sin más nombre que ese ‘Preludio’.

“Quizás es el fruto de tres años fotografiando en la calle, buscando gentes que sin ser especiales, dicen mucho en la imagen. Ha sido como capturar una imagen y encerrarla en un marco sin rejas. Es la transmisión de lo que veo sin modificar para nada la realidad y dejar que sea el espectador quien logre definirla” ha apuntado.

Edu Pereiro lleva a cuestas no solo la cámara y su objetivo fijo, sino un cargamento de rebeldía y de indignación con muchas de las cosas que le rodean, lo que le hacen mostrarse incomodo o ajeno a muchas de esas circunstancias que le rodean. Busca afanosamente el retrato, el instante, la realidad pero le hace perder su color y le da su arte transformándolo en escala de grises. Mira a Paris y sus avenidas, sus gentes y su bohemia, pero se pierde por las calles de Ayamonte aunque venga del Jerez más idéntico o sabio.

Para esta primera exposición, Edu ha seleccionado 13 instantáneas de formato medio, dos de gran tamaño y quince pequeñas. Todas recreadas en escala de grises. Secuencias de lo cotidiano. Siempre en formato digital por lo de la prontitud. Y para recargar las baterías de la creatividad y antes de cada incursión en el mundo que le es más próximo, “lee , escucha música, se deja llevar por sus autores preferidos, escupe su personalidad por el visor, lo filtra todo y lo hace suyo, sin más”. Así es como en esta plaza de la Lota, frente a un café y un par de cámaras, Edu Pereiro se deja arrastrar por la intuición y observa a su alrededor sin hacer nada de ruido. Estamos en el momento de los grises, de la ausencia del color. Suerte Edu.

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