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19/05/2024  

La ?conspiración de las mantillas? pierde fuerza en la capital

Cada año vuelve el mismo ritual. Por estas fechas, algunas mujeres andan ultimando los preparativos para vestirse de mantilla. Una tradición que en el caso de Cádiz está decayendo en su uso tradicional.

  • Una mujer ataviada con la tradicional mantilla en una salida procesional. -
Durante la próxima Semana Santa volverá a repetirse el rito. Alguna joven se iniciará en la ceremonia de vestirse de mantilla, ayudada por algún familiar o una amiga. Una tradición que se renueva año tras año, aunque en Cádiz parece estar perdiendo fuerza. 

Los orígenes de este atuendo se remontan a la época hispanomusulmana. A partir de mediados del siglo XIX empezó a abandonarse su uso en gran parte del territorio español, exceptuando a Sevilla y otras zonas de Andalucía.
Pero en Cádiz su tradicional uso para visitar “los sagrarios” se está perdiendo. Cada vez es más difícil ver a una mujer vestida de esta manera, en la mañana del Jueves Santo acudiendo a los distintos templos de la ciudad. Éstas han quedado en su mayoría para engalanar algunos de los cortejos procesionales, tales como Sentencia, Cigarreras o Expiración. 

Vestirse de mantilla no es cualquier cosa, hay que tener en cuenta el protocolo que rodea a esta forma de vestir, y más aún cuando se emplea en Semana Santa.

cómo vestirse
El traje que debe acompañar la mantilla negra en Semana Santa ha de de ser siempre de color negro, la manga larga y el largo siempre por debajo de la rodilla. Se trata de la misma vestimenta para todas, aunque se pueden incorporar algunos detalles que hagan diferente cada vestido. En cualquier caso, es siempre muy sobrio, sencillo y discreto. Además, debe ser liso, sin estampados ni muchos adornos, aunque se puede optar entre el terciopelo o el raso. 

Entre otras cosas, el vestido debe ser sencillo para que la atención recaiga sobre la mantilla, que es la verdadera estrella de esta clásica indumentaria para Semana Santa. En cuanto a la mantilla, el tejido puede ir desde la blonda, el chantilly o el tul. 

Para poder sujetar la mantilla es imprescindible la teja. El tamaño de ésta dependerá de la altura de cada mujer. No ocurre lo mismo con la peineta. El tamaño de ésta varía en función de la edad de la fémina que la porte. Cuanto más joven, más alta deberá ser la peineta. 

Los tacones deben ser negros, lisos y de salón. Es mucho mejor utilizar tacones, aunque también hay que ser conscientes de la capacidad de cada persona para soportarlos.

cuánto cuesta
El precio de la mantilla oscila entre los 60 y los 1.500 euros, dependiendo de si está hecha a mano o a máquina y de los motivos que tenga. 

Si a esto se le suma los 100 euros del traje (valores aproximados), los 10 euros de los guantes, 40 euros de la cartera, 40 euros de la teja, 30 euros de los zapatos y 6 euros de las medias, la cantidad puede rondar como mínimo los 300 euros. 

Una cantidad importante para desembolsar, pero que se amortiza con el paso de los años.

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