Las obras de urbanización del entorno se entregan a finales de mes
La Hermandad del Perdón ultima estos días la planificación del trabajo que devolverá a sus titulares a la ermita de Guía, de la que debieron exiliarse hace ya cuatro años como consecuencia de las inundaciones. En apenas un par de semanas, la empresa adjudicataria de la construcción del parque que rodea al templo entregará las obras y, a partir de ahí, la hermandad tendrá ya vía libre para iniciar los trabajos de rehabilitación de su sede.
Antes incluso de que haya concluido la urbanización de la zona, la junta de gobierno que preside Juan Antonio Sánchez ha podido comprobar que la casa de hermandad no se inunda con la misma facilidad de antes. Las fuertes lluvias que se registraron hace apenas una semana se convirtieron en esa prueba de fuego que la cofradía estaba esperando. En la casa de hermandad del Perdón no entró ni una gota de agua a pesar de la virulencia de esas precipitaciones, que anegaron distintos puntos del centro histórico.
“Este hecho nos llena de esperanza, porque pudimoso comprobar cómo el agua ha dejado ya de filtrarse a pesar de que todavía no estaban completamente finalizadas las obras. De hecho, ni siquiera estaban funcionando las bombas de agua definitivas y ya el agua se ha almacenado en el lugar en el que debía hacerlo”, explica Juan Antonio Sánchez.
Y menos mal que ha ocurrido así, porque en julio la hermandad volvió a sufrir una inundación sin que siquiera mediara la lluvia, algo que sembró de dudas el futuro más inmediato de la corporación. “Sufrimos un percance, pero producto de las propias obras que se estaban ejecutando. El terreno cedió y la tubería de entrada de las aguas provocó filtraciones. En dos días nos vimos otra vez con cuatro dedos de agua. Afortunadamente la empresa que está ejecutando las obras se portó muy bien con nosotros, sacó el agua y selló la tubería. Ya en estas últimas lluvias se ha podido comprobar que el agua no entra en nuestra casa”, aclara el hermano mayor del Perdón.
La tarea de la junta de gobierno consiste ahora en movilizar al mayor número de hermanos posible y acometer los trabajos necesarios para la vuelta en el menor tiempo posible. “Hay que hacer trabajos de fontanería, electricidad, carpintería, albañilería... Queremos que el trabajo se culmine en un par de meses, para regresar a la ermita antes de Navidad, pero eso va a depender del número de hermanos que estén dispuestos a echar una mano”, aclara.
La Hermandad del Perdón dispone de 6.000 euros para hacer frente a los costes de estas obras, un dinero que en su momento fue aportado por la propia Unión de Hermandades y que se pretende “estirar como un chicle”. La intención de la junta de gobierno es que la mayoría de los trabajos puedan ser realizados por los hermanos de la cofradía, para que el grueso del presupuesto se destine a la compra del material.
Pero, sin duda, la mejor noticia es que las obras están prácticamente finalizadas y que las fuertes lluvias de la pasada semana no han provocado nuevas filtraciones de agua.