Tras casi dos meses sin pisar el Manuel Bernal, la UD Roteña volvió a su casa. Lo hizo sobre un césped impecable, resultado de un arduo trabajo de resiembra que se ha estado desarrollando en el tiempo durante las últimas semanas. Aunque el terreno de juego no fue la única novedad el pasado domingo en el feudo rojillo. Se estrenaba Jesús Pecci en su primer partido como entrenador de la Roteña, tras la salida anunciada por Paco Ávila a modo de dimisión en medio de un bucle de malos resultados que le había sacado del play-off de ascenso a División de Honor. Ante el Racing Club Portuense, el nuevo técnico rojillo afrontó un reto mayúsculo de acabar con la terrible racha de seis derrotas en los últimos siete partidos disputados, superando a un equipo
que[BB1] , a diferencia de los roteños, llegaba al encuentro en una forma bastante óptima. A la espera de una victoria para acechar el liderato, aprovechando que el CD Rota se había dejado dos puntos vitales en su visita al estadio del Trebujena.
La ambición, las ganas y la garra de los visitantes, contagiadas por una afición desplazada desde El Puerto que animó con fuerza a los suyos, se hicieron notar desde el principio ante una oportunidad ideal para asaltar el liderato. Tanto que consiguieron estrenar el marcador en el minuto 25, con un cabezazo sensacional de Javi Tamayo a la salida de un córner. Un remate violento, colocado de forma precisa, que tocó en el palo antes de entrar. Una vez se vio por debajo en el marcador, la Roteña empezó a crecer en el partido, y logró reaccionar antes del descanso con un gol que llegó de la misma manera en la que se había producido el primero. Pues, en un encuentro tan marcado por la equidad, eran los pequeños detalles los que iban a decidir de un lado u otro en un partido muy trabajado en lo defensivo, en el que apenas se asumió algún tipo de riesgo. Ese pequeño detalle pasó por el balón parado.
Así, en una falta escorada, botada desde el lado derecho, Carlos Del Río metió la cabeza a falta de cinco minutos para el descanso para colocar un cabezazo en la escuadra de la portería defendida por un Manu López que nada pudo hacer para evitarlo. Casi que tampoco pudo hacer demasiado la defensa del Portuense poco después cuando Álex Valero se plantó en el área rival prácticamente solo para encarar. Acabó siendo derribado, por lo que provocó un penalti que él mismo fue capaz de transformar en la que fue la última acción de la primera parte. Un subidón de felicidad para la Roteña que dio un puñetazo sobre la mesa frente a un Portuense que recibió un auténtico jarro de agua fría. Un auténtico varapalo en lo psicológico para cualquiera, aunque, en su caso, se supo reponer.
Salió tras el descanso con la intención de dominar. Insistió con el balón en los pies frente a una Roteña que lo cortó todo atrás, e incluso fue capaz de crear más con menos ocasiones a través de acciones a la contra. Así fue como se le presentaron varias oportunidades a balón parado. También un disparo desde fuera del área que repelió a córner Manu López. El meta de Jerez de la Frontera sostuvo a su equipo que no cesó en su empeño, aunque a medida que se consumieron los minutos sus opciones fueron cada vez más reducidas. El tiempo avanzaba en su contra, aunque, curiosamente, fue lo que le terminó salvando la vida. En el último minuto de un descuento sempiterno que sobrepasó los diez minutos para la extrañeza de la mayoría, Fran Jiménez cazó una volea espectacular desde fuera del área que empató la contienda a la épica. El delantero visitante, que había entrado desde el banquillo en la segunda parte, terminó erigiéndose en el hombre destacado del encuentro. El protagonista inesperado de una película de terror que debió acabar con final feliz para una Roteña que terminó lamentando un nuevo partido sin conocer la victoria.
La próxima semana, los rojillos cerrarán el año con una salida para enfrentarse al GE Bazán. Buscará el triunfo para recortar distancias con el play-off, el gran objetivo de la temporada.