Como se ha hecho tradición cada noviembre, la Hermandad del Carmen celebró el domingo el Día del Hombre del Mar en la Parroquia del Carmen y San Marcos, tras la misa oficiada por el sacerdote Antonio Durán.
Un emotivo reconocimiento y homenaje a los hombres de la mar de El Puerto, que este año ha recaído en Rafael Pomares, proveniente de una gran saga de marineros, que con 13 años comenzó a trabajar dedicando toda su vida a la pesca. Su primer barco fue el Paquito Pérez, después vinieron otros muchos como Bahía de la Fustera o el `José y Francisco´, jubilándose en el nuevo Garda.
Hombre de pocas palabras, pero de mirada profunda, ha pasado 41 años de su vida embarcado. Además de redero y contramaestre, fue patrón de pesca.
Rafael Pomares ha estado arropado por sus tres hijos y por toda su familia que lo ha querido acompañar sumándose a este reconocimiento por su lucha. Pedro Payán ha sido el encargado de narrar su vida en alta mar. Una vida de sacrificio lejos de sus hijos, curtida por los vientos marineros y la sal, bajo la protección de la Virgen del Carmen.
En primera línea la Junta de la Hermandad, el presidente del Consejo Local de Hermandades, Juan José Caballero, el teniente de alcalde Millán Alegre en representación del equipo de Gobierno, y un nutrido grupo de portuenses que no han faltado a la cita. Juan Antonio Morales, secretario de la Hermandad, fue el encargado de imponerle la condecoración de `Hombre del Mar 2024´por su profesionalidad y veteranía.
Todos los hermanos de Rafael Pomares han sido marineros. Uno de ellos, Francisco, naufragó en alta mar en el año 1972 y nunca se encontró su cuerpo. El hermano más pequeño de todos, Pepe iba abordo con él y no pudo hacer nada por salvarlo. A raíz de ese día dejó la mar y trabajó hasta que se jubiló como encofrador. Hoy ya no está con nosotros, igual que su hermano mayor, Antonio, considerado el mejor cocinero que ha sido marinero en los barcos de pesca. Antonio, junto a su hermano Manuel y ahora Rafael han recibido este reconocimiento de `Hombre del Mar´. Tres hermanos de una misma familia. Los Pomares son un claro ejemplo de una vida ligada al mar, con todas las alegrías, sacrificios y tragedias que ello conlleva. Una tradición que honra tanto a quienes navegan como a quienes sostienen desde tierra firme.
El acto concluyó con un sentido homenaje no solo a los hombres que han entregado su vida al mar, sino también para las víctimas de la DANA de los municipios de Valencia.