Con la llegada de la primavera, muchos alérgicos se empiezan a temer los primeros síntomas de esta estación. Los picores en la nariz, los estornudos, la sensación de cansancio o las dificultades respiratorias son algunos de los síntomas más comunes en estas fechas para aquellas personas alérgicas y asmáticas.
Además, este curso escolar, y con las fuertes y frecuentes precipitaciones que han acontecido durante todo el otoño y el invierno, ha aumentado de manera espectacular las concentraciones de polen.
A esto se suma, tal y como indica Carmen Millán, médico especialista en alergología en el Hospital de Jerez, “la particularidad, como dicen la Organización Española de Alergología, de que debido a los efectos de la contaminación y las partículas de la masa contaminante que se han incorporado a las estructuras del polen, esto perjudica a todas las mucosas”. Igualmente, la exposición al sol, también afecta de forma significativa a las mismas.
Actualmente, en el Hospital de la ciudad cada uno de los facultativos atiende diariamente a un total de 16 enfermos, dentro de los que se encuentran “tres o cuatro síntomas agudos”, explica la doctora. Concretamente, se están dando patologías respiratorias, así como conjuntivitis.
Este periodo especialmente difícil para los alérgicos, comenzó hace unos quince días, cuando comenzaron a paliar las lluvias. “La que estamos viendo ahora es la alergia desencadenada por el polen. Primero, hemos tenido el de ciprés, que ha estado polinizando hasta 20 o 25 días, y, a partir de ahora, estamos viendo muchas alergias de polen de gramíneas y polen de olivo”. No obstante, los días más difíciles empezaron a vivirse en el Hospital la pasada semana. En el Hospital prevén que los casos de alergias se pueden alargar “hasta mediados de junio o incluso principios de julio”, explicó Carmen Millán.
Esta primavera, y debido a las causas mencionadas anteriormente, la concentración de polen ha llegado a unos niveles desorbitados. “El grano de polen, cuando afecta a la vía aérea, es porque hay una excesiva concentración en el ambiente. Así, se sabe que el polen de gramínea a partir de 50 granos de polen por 1 mm/cúbico de aire, la vía aérea reacciona. Este año, se pueden encontrar hasta 1.500 o 2.000 granos por milímetro cúbico”, señala la doctora.
En este sentido, cabe destacar que la Consejería de Cultura puso un teléfono a disposición del usuario que es el 902505060 que informa semanalmente de los niveles de polen de cada provincia.

consejos
Para que la alergia no afecte a la calidad de vida de la rutina diaria, es necesario llevar a cabo una serie de medidas preventivas. “Hay que mantener las ventanillas de las casas cerradas porque la polinización suele comenzar sobre las 4.00 o las 5.00 horas de la mañana. Por la noche, tiene mucha menos agresividad porque el polen que está en suspensión y baja al suelo”, explica Carmen Millán.
Por otro lado, “hay que recordar que hoy en día mucha gente tiene los filtros antipolen en los coches y lo que hay que revisar es que el filtro esté bien y que no esté sucio. También hay que utilizar mucho las gafas de sol, gafas muy pegadas, porque hacia los laterales suele entrar el polen. Y otra cosa importante es que nosotros solemos acceder al polen no sólo porque afecta a nuestro organismo, sino también por el contacto que tienen la ropa, sábanas o toallas con el polen. Por eso, estos días en los que fructífera la polinización, se aconseja tender la ropa dentro de casa o utilizar la secadora”, puntualiza la especialista.
Igualmente, se recomienda utilizar la medicación, especialmente antiestamínicos, siempre que sea necesario, así como la realización de las actividades deportivas en entornos cerrados, paralizando la actividad ante algunos síntomas como la tos o la sensación de fatiga. “También hay que tener en cuenta que para la próxima polinización al paciente le va a afectar todo un poco más como lacas, contaminación, insecticidas…”, apunta Millán.

pruebas de la alergia
En relación a las pruebas de la alergia, los médicos recomiendan no llevarlas a cabo, especialmente si se sabe que la persona no es alérgica. “No debemos hacer pruebas directamente sobre la piel, porque lo podemos empeorar, podemos estimular al organismo con cosas que no tolera”, explica la especialista del Hospital de Jerez.