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Abandonar el trabajo tras ganar la lotería es más probable entre mujeres y rentas bajas

Constata que los premios pequeños, de entre 8.000 y 35.000 euros, inducen a los ganadores a abandonar el trabajo de forma parcial

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La decisión de dejar el trabajo tras ganar un premio de lotería varía en función del género y la edad, según un estudio de Fedea, que concluye que es más probable entre las mujeres, personas sin hijos, con poca renta y edades cercanas a la jubilación.

Fedea ha publicado este martes un estudio elaborado a partir de la información del Panel de Hogares, en el que analiza la decisiones económicas adoptadas por los ganadores de premios -excluidos quienes estuvieron jubilados o parados durante todo el periodo analizado-, tanto referentes al trabajo como a inversiones o lugar de residencia.

De acuerdo a este estudio, los ganadores de más de 50 años tienen mayor tendencia a renunciar a sus salarios, sobre todo si son mujeres no tienen hijos y sus rentas son bajas, una decisión que contrasta con la de los hombres de esa edad y renta elevada, que prefieren emprender.


El estudio apunta que quienes ganan un premio tienen una probabilidad de trabajar por cuenta ajena 10,74 puntos inferior a quienes no lo han recibido y subraya que se da, sobre todo, cuatro años después de su recepción, "lo cual podría estar sugiriendo que los sujetos son cautelosos y necesitan algo de tiempo para tomar la decisión de abandonar el mercado de trabajo".

Además, constata que los premios pequeños, de entre 8.000 y 35.000 euros, inducen a los ganadores a abandonar el trabajo de forma parcial.

Más allá de decidir renunciar al trabajo, el estudio de Fedea observa una reducción de las rentas después de ganar la lotería, un descenso que se sitúa en el 1,66 % por cada 100.000 euros de premio en el caso de los salarios y en el 0,77 %, en el de los ingresos empresariales.

Así, por ejemplo, quienes reciben un premio de más de 50.000 euros reducen sus rentas salariales en una media de 4.277 euros en cinco años.

Fedea considera que estos datos indican que los premios sustituyen parte de las rentas salariales o empresariales, una sustitución que es mayor cuanto menor es el tamaño del premio y que es más intensa entre mujeres, solteros y personas sin hijos.

Premio para vivienda habitual y fondos de inversión

En cuanto al destino del premio, en un primer momento los ganadores tienden a guardarlo en un depósito ya existente, para después invertirlo en activos financieros, inmobiliarios (sobre todo en la vivienda habitual) y cancelar deudas.

Los ganadores "que no poseían vivienda en propiedad están empleando el premio para adquirir una", apunta el informe, y quienes compran una segunda residencia la dedican más al disfrute personal que al alquiler.

Por último, el estudio analiza el impacto del premio en decisiones personales, para concluir que "el premio parece animar a los sujetos a contraer matrimonio", así como a tener hijos o cambiar el municipio de residencia.

Para Fedea, las conclusiones de este estudio parecen indicar que medidas como la 'herencia universal' que propone Sumar -20.000 euros al cumplir los 23 años- se aprovecharía para comprar una vivienda y contraer matrimonio, pero no para tener hijos ni emprender, unos objetivos que ve más factibles con transferencias específicas para ciertos colectivos. 

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