Los Hornets de Nueva Orleans perdieron ayer el honor de ser el único equipo invicto en los 20 días de competición que lleva la NBA al caer derrotados ante los Mavericks de Dallas, en una jornada que registró también la actuación destacada del alero Kevin Durant con los Thunder de Oklahoma City.

Por el contrario, se acabó el mal fario como local de los Bobcats de Charlotte, único equipo que hasta ahora no sabía lo que era ganar en su casa, mientras que Orlando Magic y Suns de Phoenix sellaban con triunfo sus respectivos compromisos en su propio campo.

Los Hornets (8-1) no pudieron superar la prueba de fuego del American Airlines Center, donde el equipo local de los Mavericks de Dallas, con el escolta Jason Terry y el alero alemán Dirk Nowitzki de líderes, les ganaron por 98-95 y sufrieron la primera derrota de la nueva temporada para ser el equipo que más se resistió a perder.

Terry volvió a responder con su mejor toque de muñeca y los 26 puntos que consiguió le permitieron acabar como el máximo encestador de los Mavericks (7-2), que ganaron el cuarto partido consecutivo para mantenerse terceros en la misma división que los Hornets y los Spurs de San Antonio.

Nowitzki se encargó de aportar un doble-doble de 25 puntos, 10 rebotes y tres asistencias, mientras que el veterano base Jason Kidd también hizo una gran labor en el duelo individual con Chris Paul.
Kidd aportó 16 tantos, con ocho rebotes y seis asistencias, que permitieron a los Mavericks remontar una desventaja de 10 tantos en el cuarto periodo.

Los Hornets, que bajo la dirección del entrenador novato Monty Williams habían establecido la mejor marca de comienzo de temporada, contaron con 22 puntos de Paul, pero sólo dos en la segunda parte.