Fuentes del caso informaron a Efe de que el acusado A. G. S, de 30 años, compareció ayer durante media hora ante el juez de instrucción 18 y confirmó todas sus declaraciones a la Policía en el sentido de que en la madrugada del pasado 30 de agosto regresaba de tomar unas copas cuando se encontró con la mujer en la calle, ambos subieron a la vivienda del acusado y consumieron unas líneas de cocaína, además de ron y vino.
La mujer sacó además unas pastillas, que ella misma se tomó pero no el imputado, y entonces le propuso mantener relaciones sexuales, a lo que él se negó.
Ante la negativa recibida, Laura G. B, de 49 años, fue a la cocina y tomó un cuchillo, momento en el que el acusado la empujó y la mujer se golpeó contra el quicio de la puerta y cayó al suelo, tras lo cual empezó a golpearse el pecho con el cuchillo “con cara de loca” y en un cierto momento se cortó ella misma el cuello, según la declaración del imputado.
Al darse cuenta de que la mujer no tenía pulso, A. G. S. se asustó y pensó que tenía que deshacerse del cuerpo, para lo que decidió meterlo en una maleta y arrojarlo al río Guadalquivir.
Cuando comprobó que el cuerpo no cabía en la maleta, le seccionó la cabeza y un brazo y los metió en una bolsa, que arrojó a mediodía del día siguiente al río, junto con la maleta, en las inmediaciones del Puente de las Delicias de Sevilla.
El acusado declaró que conocía a la mujer de haberla visto un par de veces por su barrio del Tiro de Línea pero que nunca había hablado con ella, y que fue ella misma quien le preguntó si le invitaba a subir a su casa a tomar una copa.
Señaló que el cuchillo utilizado presuntamente por la mujer para lesionarse fue el mismo con el que posteriormente le separó la cabeza y un brazo, y que lo tiró a un contenedor.
El acusado afirmó que tiene lagunas de memoria respecto a sus pasos para deshacerse del cuerpo, ya que estaba muy nervioso, pero declaró que, además de la maleta y la bolsa con los restos de la víctima, tiró al río otra bolsa con la fregona y otros utensilios de limpieza que usó para limpiar su piso.
Explicó que transportó la maleta en el coche que pidió prestado a una amiga y que tuvo que meterse en el río y recuperar la bolsa con los restos humanos porque se quedó flotando, de modo que la abrió y le puso unas piedras.
La muerte de la mujer se produjo el 30 de agosto pero la familia no denunció los hechos hasta el 4 de septiembre y la policía, tras indagar en el círculo de conocidos de la víctima, detuvo el lunes día 6 al acusado.
A. G. S. tiene antecedentes penales de una condena por un delito de lesiones dictada en el año 2009 por la Audiencia de Cádiz. El juez decretó, a petición del fiscal, prisión incondicional sin fianza para el acusado.