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Callejón Croquer, una visita turística al desinterés selectivo por el patrimonio

Es un ejemplo de cómo era la vida en la ciudad en el siglo XVIII.

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  • Paredes con la pintura de otros años ya ida y con una notable visión de abandono -
  • Los visitantes pueden comprobar de primera mano la peor cara de la ciudad
  • Suciedad, falta de vigilancia y abandono en plena euforia política por el Bicentenario
Visita obligada para todos los turistas que se acercan hasta San Fernando para ver una de las ciudades emblemáticas de la provincia de Cádiz. El Callejón de Croquer es una histórica calle para todos los isleños que desgraciadamente están observando como poco a poco la dejadez municipal en este típico lugar está provocando que los visitantes estén viendo la peor cara de San Fernando.

Se trata de una calle peatonal que data aproximadamente del año 1700 y que cuenta con una extensa historia en La Isla. Es un lugar emblemático para los vecinos de San Fernando que muestran a los turistas orgullosos una calle con tanta personalidad.

Sin embargo, y a pesar de la importancia histórica e incluso arquitectónicas del lugar, el Ayuntamiento ha dejado de mostrar interés por mantenerlo, según han declarado varios vecinos de la zona. La calle cuenta con unas 20 viviendas a través de las cuales los turistas pueden observar cómo era el San Fernando del siglo XVIII y pueden viajar en el tiempo a la época de la aprobación de las Cortes de 1810 o de las batallas con los franceses. Los vecinos de esté callejón isleño por antonomasia se encuentran muy orgullosos de vivir en él y son conscientes de la importancia histórica que tiene el mismo, es por esto por lo que no entienden que desde hace dos años el Ayuntamiento no haya mostrado más interés por la calle que la de acudir todos los días a limpiarla.

Falta de vigilancia
Muchos declaran que no hay vigilancia que proteja un bien arquitectónicos de gran importancia para San Fernando, ya que por la calle entran motos que destrozan el suelo enlozado y hay restos de basura por algunos rincones. También recalcan que siempre se ha puesto en marcha antes de la llegada de la Feria de julio un operativo que acudía al famoso Callejón de Croquer y pintaba con cal la calle y reponía con plantas nuevas las macetas colocadas por los vecinos, quienes lamentan que desde hace dos años este hecho no se esté produciendo y que haya muchas fachadas en muy malas condiciones porque los vecinos no tienen la posibilidad de arreglarlas.

Para muchos isleños es contradictorio el hecho de que sea uno de los sitios donde más turistas pasan y que se encuentre tan abandonado por la Corporación municipal. Algunos declaran que sienten pena al ver como los turistas afirman “es muy bonito y tiene mucha personalidad, pero es una pena en las condiciones lamentables en la que se encuentra”.

Más chocantes es aún si cabe, declaran algunos vecinos, que se estén restaurando y limpiando iglesias y otras zonas de la ciudad por el Bicentenario de las Cortes de 1810 y que se esté dejando de lado el Callejón de Croquer con la importancia histórica y social que tiene en la ciudad.

Principales reclamaciones
Las principales demandas de los vecinos son una mayor seguridad en la zona que garantice la conservación de la calle; que se retire en numeroso entramado eléctrico que recorre toda la fachada de bien arquitectónico e histórico; que se piten tanto los bajos de la calle como las dos fachadas, y que se limpien las farolas y se repongan las macetas.

Todo ellos, sin olvidar lo que para muchos vecinos es lo más importante, que el Ayuntamiento reconozca la importancia que tiene este callejón entre los vecinos de La Isla y que no caiga en el abandono como está sucediente hasta el momento. Todos ellos esperan que la calle vuelva a tener la magnífica apariencia que tenía hace 10 años.

Casi 300 años de historia en una calle emblemática
El Callejón de Croquer fue comprado a subasta pública el seis de diciembre de 1754 por Rafael Croquer de los Cameros, de su propietario más antiguo procede su conocido nombre. En 1797, y tras el fallecimiento del propietario, el callejón pasa a ser propiedad de los hijos de éste, que ostentaron la propiedad legada del padre hasta el fallecimiento del último heredero de los Croquer, Rafael Croquer y Rodríguez, que murió a las 65 años de edad sin descendencia ninguna.

En este período de propiedad de las familia Croquer se sucedieron numerosos acontecimientos históricos en La Isla de León. Desde la derrota a los franceses a la aprobación de las Cortes de 1810 que abrieron el camino a las Cortes de Cádiz de 1812.

En 1868 la calle volvió a salir a subasta pública y fue adquirida por Ramón Rodríguez de Rivera. En el año 1987 las casas del Callejón de Croquer fueron adquiridas mediante la compra de la misma por los inquilinos del entonces propietario Antonio Foncubierta Martínez. Ya en el siglo XX estas viviendas pasaron a ser de varios propietarios tal y como se conocen hoy en día.

El 30 de octubre de 1971 fueron inauguradas las obras de embellecimiento, que fueron bendecidas por el Arcipreste Padre Pérez Alcedo, acto al que asistió el alcalde por aquel entonces, Rafael Barceló.

En octubre de 1987 se procedió a la división horizontal de las finca y por tanto, la calle dejó de ser un patio interior, como había sido anteriormente y se convirtió en el popular y conocido por todos los isleños Callejón de Croquer.

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