Aseguran estar viviendo ?un infierno por una injusticia?
La comunidad hinduista de Granada que ha sido acusada de ser una secta ha defendido la labor de su gurú y ha asegurado estar viviendo “un infierno por una injusticia” después de que el líder haya sido culpado de someter laboral y sexualmente a las mujeres que pertenecen a ella.
La vicepresidenta de la comunidad “Vadika Pratisthana Sangha. Comunidad Hinduista de la Dharma Védica de España”, Tara Shakti Chaitanya, negó en una rueda de prensa las acusaciones y aseguró que el maestro está “ampliamente reconocido” mundialmente, principalmente en la India.
Añadió que varias comunidades internacionales se han puesto en contacto con ellos “bastante irritados” por las informaciones que han aparecido en los medios de comunicación.
“Están atacando durísimamente a nuestro maestro sin ningún fundamento”, indicó Tara, quien explicó que la comunidad está sometida a lo que dicen las escrituras del hinduismo y que “no se hace nada más allá”.
Calificó de “absolutamente inciertas” y de “mentiras” las acusaciones delictivas que se han hecho de la comunidad y dijo que están muy alarmados porque se les están haciendo “muchísimo daño” después de treinta años en España “con una trayectoria intachable”.
Respecto a la “manipulación y explotación sistemática” que denunciaron un grupo de antiguos adeptos y familiares, Tara señaló que se debería haber cotejado “quiénes son” ya que algunos de ellos tienen antecedentes delictivos, según ha afirmado uno de los abogados de la comunidad Juan Luis Aguilera.
Uno de ellos, David Beriain -que estuvo 18 años en la comunidad- tiene un proceso abierto por estafa a una empresa, informó Tara, quien cree que éste es su último recurso pero que “se le ha escapado de las manos”.