Atrás quedan los años en los que la compañía naviera española había hecho un pedido de dos barcos con opción a un tercero que finalmente no cuajó. Con la marcha de este barco, Navantia dice adios a la carga civil de nueva construcción en la Bahía de Cádiz y da un paso más hacia ese temido parón que podría producirse a mediados del año que viene sino se concreta nueva carga de trabajo en breve. Navantia, según señaló el presidente de Navantia participa en varios concursos a nivel internacional y podría concretar un pedido de patrulleras para la Armada de Gabón, algún barco más para Venezuela o el contrato para construir el tercer juego de esclusas del Canal de Panamá.
Mientras eso no se produce, la actividad en los astilleros de la Bahía mantienen su nivel de actividad y está previsto que el Buque de Vigilancia Litorial (BVL) Yaviré, de la Armada Bolivariana, inicie en los próximos días sus pruebas de mar para comprobar el buen funcionamiento de todos los sistemas instalados en el barco y su comportamiento en aguas abiertas.
Entre los hitos que tiene previsto celebrar Navantia de aquí al verano destaca la flotadura del Patrullero Oceánico de Vigilancia de la Zona Económica Exclusiva (Povzee) P-24 Kariña, que tendrá lugar en el astillero puertorrealeño el próximo 13 de julio.
Además, fuentes de Navantia han confirmado un nuevo retraso en la entrega del BAC Cantabria, que ya acumula seis meses. La nueva fecha podría situarse en los primeros días del mes de julio, aunque no se ha confirmado.