Cádiz está en el punto de mira de la banda terrorista ETA. Al menos eso parece después de que la Policía portuguesa hallase un mapa de la capital gaditana en el piso franco que la banda tenía en la localidad de Obidos.
Junto al supuesto plano de la ciudad, se habría encontrado otro de Madrid, aunque en este caso, con varios puntos de la capital española marcados, cosa que no sucede con el de Cádiz.
El comisario provincial de la Policía Nacional, José María Deira, aseguraba ayer no tener detalles sobre el hallazgo del mapa en la operación de la Policía lusa. Así, Deira confirmó que “no hay previsto montar ninguna operación especial” ante una posible alerta terrorista en la ciudad, añadiendo que “no existe una especial preocupación” entre las fuerzas de seguridad.
De cualquier manera, el comisario explicó que “habrá que esperar a recibir instrucciones del Ministerio del Interior” una vez que se clarifiquen los detalles de la operación.
operación policial
El piso de la localidad portuguesa de Obidos -a unos 125 kilómetros al norte de Lisboa- descubierto por la Policía lusa y supuestamente utilizado por ETA almacenaba media tonelada de explosivos, así como varios artefactos listos para su uso, informaron fuentes de la lucha antiterrorista.
El dato fue confirmado también en Portugal por el comandante de la Guardia Nacional Republicana Hélder Barros, que ha señalado que el explosivo es nitrato de amonio y que estaba en un garaje anexo a la casa, en la que, según las fuentes consultadas, se halló también diversa documentación de la banda terrorista.
El piso, según las mismas fuentes, fue alquilado hace dos meses a una agencia inmobiliaria a nombre de un ciudadano español residente en la Comunidad de Madrid, circunstancia que está siendo investigada por las Fuerzas de Seguridad.
La Policía portuguesa llegó a la vivienda después de que un vecino denunciara que llevaba varios días con las puertas y ventanas abiertas y las luces encendidas, según informaron en una rueda de prensa en Lisboa el director nacional de la Policía Judicial, José María de Almeida Rodrigues, y el comandante general de la Guardia Nacional Republicana, Nelson Santos.
Los responsables policiales portugueses revelaron también que se sospecha que los dos ciudadanos españoles que ocupaban la vivienda -identificados por fuentes de la lucha antiterrorista como Andoni Zengotitabengoa Fernández y Oier Gómez Mielgo- eran los mismos que viajaban en una furgoneta a la que el pasado lunes se dio el alto en un control rutinario también en Obidos.
El vehículo, robado hace un año en la localidad lusa de Castelo Branco, fue abandonado poco después por sus ocupantes, y en su interior se hallaron detonadores, varios juegos de matrículas falsas, palas, guantes y ropa de trabajo.
Ya ayer, fuentes oficiales informaron de que los artificieros de la Guardia Nacional Republicana de Portugal (GNR) realizaron una decena de explosiones en una cantera cercana al chalet intervenido, durante la noche del viernes y la mañana de ayer.
Las autoridades mantenían todavía anoche un perímetro de seguridad alrededor de la vivienda, aunque ya han permitido a los vecinos de los alrededores regresar a sus casas.
Además de los especialistas de la GNR (un cuerpo similar a la Guardia Civil española) permanecen en el chalet los investigadores de la Policía Judicial lusa, que inventarían y analizan los objetos encontrados.
Los artificieros usaron un robot para manipular los explosivos y su responsable, Hélder Barros, declaró a los periodistas que la operación tuvo que hacerse con extrema precaución por la posibilidad de que hubiera trampas preparadas y por el hecho de que los explosivos llenaban prácticamente todo el garaje de la casa.
Casi todo el producto encontrado es nitrato de amonio envasado en bidones, aunque también aparecieron una decena de bombas listas para detonar, según las autoridades.
La prensa lusa destacaba ayer que los explosivos hallados en Obidos son uno de los mayores arsenales incautados a ETA en toda su historia.
Los altos mandos policiales portugueses que informaron el viernes de la existencia de los explosivos no mencionaron en ningún momento a ETA, ni quisieron confirmar los detalles que, según lo informado en España por fuentes de la lucha antiterrorista, apuntan directamente a esa organización como responsable de su fabricación.
Pero los principales medios lusos daban ayer por sentado que la aparición del chalet de Obidos confirma que ETA se había establecido en Portugal.
Extraoficialmente se informó de que las autoridades lusas buscan a dos presuntos miembros de la organización terrorista, que fueron identificados por los vecinos como los dos hombres que alquilaron la casa, con fotos enviadas por la Policía española.
buscan más “escondrijos”
Según apuntan diversos medios de comunicación portugueses, la Policía del país vecino está investigando la posible existencia de alguna otra vivienda o de “zulos” o escondites excavados en el campo.
El Director Nacional de la Policía Judicial, José María de Almeida Rodrigues, reconoció públicamente que no se puede descartar que haya más “escondrijos”.
No es la primera vez que ‘miran’ a Cádiz
El hallazgo del mapa de Cádiz en el piso franco de ETA en Obidos vuelve a poner de manifiesto que la capital gaditana podría ser un posible objetivo de los terroristas. Ya en el año 2005 se detuvo a una joven que residía en El Puerto de Santa María por su presunta relación con la banda. La detención de Ixone Fernández Bustillo se enmarcó dentro de una operación llevada a cabo por la Policía Nacional en toda España, produciéndose detenciones también en Álava, Vizcaya, Guipúzcoa, Navarra y Valencia. En aquella ocasión no se pudo confirmar que la joven detenida formase parte de ningún comando articulado. Cerca de 200 efectivos de la Policía participaron en la extensa operación, que permitió la “completa desarticulación” del aparato de captación de ETA y que supuso un “serio” golpe contra la estructura de apoyo de la banda, según el Ministerio del Interior. La etarra fue detenida cuando salía del cine El Centro, en la plaza de El Palillero.