El Rayo Vallecano, con un doblete del argentino Joaquín Larrivey y otro gol más de Alberto Bueno, logró ante el Almería la tercera victoria consecutiva de la temporada que le saca del descenso tras doce jornadas y le permite soñar con la permanencia a costa de un Almería que se hunde en esos puestos.
El horario del partido, la promoción de localidades a precios populares y la ilusión existente en el entorno rayista hacían prever un ambiente de lujo en el estadio de Vallecas y la afición local no defraudó con una de las mejores entradas de la temporada.
Ese buen ambiente que lució Vallecas no intimidó un ápice al Almería, que salió muy metido al partido y presionó mucho a un Rayo que llevó desde el inicio la iniciativa ofensiva y que a los tres minutos ya mostró sus credenciales con un disparo de Iago Falque que se marchó fuera.
El dominio del Rayo no se tradujo pronto en un gol por la solidez defensiva que mostró el Almería, ya que los locales tuvieron dos ocasiones muy claras para adelantarse, ambas desde la banda derecha y con el navarro Anaitz Arbilla como protagonista. La primera con un centro que el argentino Joaquín Larrivey remató de cabeza por encima del travesaño y la segunda con un pase raso que se paseó por el área pequeña sin que nadie metiera el pie para empujar el balón.
El esfuerzo del conjunto local tuvo su recompensa a los 38 minutos, con un remate de cabeza de Alberto Bueno, a saque de esquina de Iago Falque, que sirvió para inaugurar el marcador.
El gol hizo justicia a lo que se estaba viendo sobre el césped, puesto que el Almería, muy conservador en su planteamiento, solo contabilizó en la primera mitad una ocasión de peligro con un disparo de Corona que se marchó alto a los 27 minutos.
En la segunda mitad, el partido siguió siendo de dominio rayista y a los cinco minutos de la reanudación Iago Falque pudo ampliar el marcador en un mano a mano ante Esteban Suárez que el portero asturiano despejó con mucho acierto.
Cinco minutos después, Iago Falque recibió en el costado izquierdo el balón, se zafó con mucha habilidad de Rafita, encaró línea de fondo y puso un centro medido para que Larrivey se anticipara a su marcador y empujara el balón al fondo de las mallas.
La reacción del técnico almeriense Francisco Rodríguez a esos dos tantos fue poner en escena a Suso, Helder Barbosa y Fernando Soriano con la intención de ganar presencia en la medular y así obtener mayor profundidad en sus jugadas ofensivas. Esos cambios, claramente ofensivos, dieron su resultado cuando a los 70 minutos Soriano redujo distancias con un remate a placer a pase de Rodri.
Ese gol metió algo de miedo al Rayo, que, aunque no dejó de buscar la meta rival, sí tomó mayores precauciones, sobre todo hasta que Larrivey, a los 77 minutos, redondeó la goleada empujando de nuevo a la red un centro desde la izquierda del canario Jonathan Viera.
