El campo busca ser cada vez más limpio y sostenible social, medio ambiental y económicamente, lo que lo ha llevado a protagonizar una revolución verde que ahora cuenta con un nuevo instrumento que usa luces de led para erradicar las plagas que azotan a los invernaderos agrícolas.
Antonio Tortosa es el CEO de ATG Ingeniería, la empresa almeriense que ha desarrollado los dispositivos Biocaptur, equipos basados en la emisión de radiación electromagnética que utilizan como emisores de la misma la tecnología red, y que permiten “atraer, aspirar y atrapar” a las plagas, según revela en una entrevista con EFE.
“La base fundamental es la tecnología led. Tenemos patentados los focos led y lo que hacemos es buscar diferentes tipos de chips integrados con los que vamos combinando distintos tipos de frecuencias”, explica.
“A base de hacer experimentaciones con ayuda de agricultores que colaboran con nosotros, en fincas, e incluso con la colaboración de algunos organismos públicos, buscamos el talón de Aquiles de cada plaga y utilizamos una radiación lumínica específica que sea muy atrayente para ella”, abunda.
Una vez se determina cuál es esa radiación, un motor de bajo consumo permite aspirar a los insectos y depositarlos en un contenedor, que además de atraparlos permite muestrear la cantidad de parásitos que puede haber en una explotación.
Inicialmente, estos dispositivos se probaron contra la Tuta absoluta o polilla del tomate, pero Tortosa insiste en que “no tienen limitación a la hora de controlar cualquier tipo de plaga”, y se ha extendido su uso contra Spodópteras, la Helicoverpa virescens, la Anarsia lineatella, la Chrysodeixis chalcites, la Autographa gamma, chinches fitófagas o la mosca negra.
“Comenzamos con la Tuta al ver que los agricultores se estaban quedando sin armas para luchar contra ella”, ya que los antaño habituales fitosanitarios ya no son una alternativa real, al ser retirados del campo por la citada apuesta medioambiental.
Tortosa apunta que la mayoría de estas plagas son nocturnas y no están preparadas para la radiación lumínica a través de la tecnología led. “Conseguimos un control ecológico, sin problemas para el agricultor, ahorrando en mano de obra y en costes operativos; con lo que vamos a una agricultura más competitiva”, afirma.
Respecto a otras alternativas como la fauna auxiliar, la ventaja de esta tecnología es que “es un sistema que está hecho para durar”. “Está elaborada con un proceso que impide la corrosión. Trabajamos con cristal, con aluminio, con aceros galvanizados con un recubrimiento especial”, asevera.
Además, Tortosa afirma que la lucha biológica con insectos auxiliares también tiene sus problemas, ya que en algunos casos “puede convertirse en una plaga”. Cita el ejemplo de una finca de ecológico de Antas (Almería) en la que ocurrió esto mismo, y en la que se actuó con los equipos de su empresa ante la imposibilidad de actuar con productos químicos.
A pesar de ello, asevera que estas máquinas son perfectamente compatibles con la fauna auxiliar, en caso de ser utilizada junto a ésta.
Mosquito tigre
Al ser interpelado sobre el posible uso de estos dispositivos fuera del invernadero, por ejemplo contra el mosquito tigre debido al actual problema del virus del Nilo, Tortosa señala que se ha contemplado esta posibilidad, incluso con pruebas coordinadas con el Ayuntamiento de Roquetas de Mar (Almería).
“Cogíamos una cantidad ingente de mosquitos y sobre todo una cosa que nos llamó la atención es que era tal el poder atrayente de la luz que emitíamos que, estando relativamente cerca del ámbito de actuación, no había problemas de picaduras”, sostiene.
De esta forma, ya trabajan en la creación de un sistema que permita colocar estos equipos en farolas, “sin prácticamente ruido, sin mantenimiento” y que permitiese controlar la presencia de mosquitos en espacios como plazas, paseos marítimos, zonas de hoteles, etc.
“Queremos ver la posibilidad de que algún ayuntamiento de los más afectados por el mosquito tigre, como puede ser Puebla del Río o Coria del Río, pueda probar los equipos ahora que las plagas están todavía en fase ascendente, para ver la eficacia que tiene en grandes espacios y en zonas muy saturadas por la presión de estos insectos”, concluye.