El tiempo en: El Puerto

Galicia

Galicia pide a Pedro Sánchez copiar su modelo contra la "salvaje" violencia digital

Urge, por ello, esas medidas de sensibilización, prevención e intervención, y que se copie un modelo que ha suscitado consenso

Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
  • La secretaria general de Igualdad de la Xunta, Susana López Abella. -

Galicia ha sido pionera en incluir la violencia digital en su legislación, tanto los engaños pederastas a menores como los chantajes sexuales. La secretaria general de Igualdad de la Xunta, Susana López Abella, espera que el Gobierno haga ahora lo propio para paliar sus "terribles efectos".

El 22 de junio el Parlamento autonómico aprobó introducir una modificación en el marco normativo gallego de violencia de género que reconociese como violencia machista aquella, "salvaje", que se ejerce a través de las nuevas tecnologías. La toma en consideración de la reforma presentada por el PP, grupo mayoritario, fue aprobada por unanimidad, al posicionarse a favor el BNG, líder de la oposición, y el PSdeG.

López Abella, en una entrevista con Efe, pone en valor esa aquiescencia y recuerda que desde hace años se suceden los informes y estudios que advierten del "grave problema" que suponen estas conductas que se materializan vía correo electrónico, redes sociales y mensajería digital, con la única finalidad de dominación y control.

Ahora, "con la legislación autonómica modificada en este aspecto", López Abella espera que pronto eso ocurra a nivel estatal, pues el Ejecutivo de Pedro Sánchez, dice, "tiene que modificar también la ley orgánica del año 2004, porque además son medidas del Pacto de Estado".

Urge, por ello, esas medidas de sensibilización, prevención e intervención, y que se copie un modelo que ha suscitado consenso.

López Abella, que llegó al cargo que ocupa en 2011, tiene "muchas señales y muchos recuerdos" grabados a fuego acerca de lo que el machismo hace. En la pandemia se le erizó la piel con el caso de la niña Yaiza, a la que mató su madre para vengarse del padre, su ex. Con las pequeñas Anna y Olivia, el vello como escarpias.

Son dramas "para toda la sociedad", observa, y, para los que tienen una responsabilidad como la suya, confiesa, significan inevitablemente pensar que uno no está haciendo todo lo que debe, aunque no sea así y no quede más remedio que tomar "impulso", más si cabe, "y seguir trabajando".

López Abella es, con todo, de las que piensan que siempre hay que ver "dónde se pudo fallar y cómo podemos trabajar", ver qué pasa con las mujeres a las que se les pasó por la cabeza acudir a un centro y no lo hicieron, o llamar y no levantaron el teléfono.

Sube el tono al pedir "no escuchar esa voz negacionista de la violencia de género", sin alusiones expresas, y agrega que "quien niega que existe, quien niega que tenemos un problema todavía de desigualdades -subraya-, es que no conoce la realidad de nuestro país, la realidad de Europa".

"Es un problema de tremendas dimensiones", remarca, y opina que la única manera de ponerle frente pasa por concienciar desde las edades más tempranas. "Solamente trabajando con los niños y las niñas, desde el momento en que nacen, acabaremos con la violencia machista. Y yo estoy segura de que acabaremos", afirma.

No es utopía, manifiesta. Y recuerda, ella que trabajó como periodista, que en los años 98-99 no aparecía recogida en los diarios la violencia de género. "Hemos avanzado mucho", suscribe, aunque admite que "mientras no haya violencia cero, tenemos que luchar con todas nuestras fuerzas, desde la base y poniendo recursos siempre".

Y sabiendo, continúa, que las lesiones físicas son fáciles de detectar, pero no tanto, ni por asomo, la violencia económica y la violencia psicológica, esta última quizás "la más difícil".

La prensa juega un papel crucial para ella. Por eso Abella ve clave un código de autorregulación tanto en medios públicos como en los privados. "Hay programas de televisión que se emiten en 'prime time' que son lo peor para la igualdad", comenta, sin hacer menciones expresas.

En el terreno musical, no quiere "criminalizar" ni el reggaeton ni el trap, pero tampoco dejar de mencionar que hay "soportes en vídeo que son muy lesivos, que cosifican".

"Y cuando nos preguntamos por qué hay agresiones sexuales en manada, solamente hace falta echar un vistazo a lo que está ocurriendo en internet para darnos una contestación inmediata", añade.

De nuevo, el gesto se le tuerce al pensar en los pequeños a los que en restaurantes o en casa entretienen con teléfonos y navegan por la red sin control parental.

"Toda la sociedad tiene que hacer una reflexión sobre esto. Hoy son absolutamente digitales y es bueno que se eduquen y que aprendan en tabletas y en ordenadores... Pero, ojo, que ese material en ese ocio y mal utilizado... lo que puede provocar".

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN