La mitad de los 25 millones de habitantes de Australia despertaron este viernes bajo medidas de confinamiento a raíz de brote de covid-19, vinculado a la variante delta, detectado en Sídney, y que se ha expandido a otras áreas del país.
El suroriental estado Victoria, cuya capital es Melbourne y tiene una población de alrededor de 6,6 millones de habitantes, ha sido el último en implementar las restricciones, que comenzaron a partir de la medianoche y que durarán al menos hasta el próximo martes.
Las autoridades de Victoria reportaron hoy diez nuevas infecciones locales, con lo que acumula 24 contagios desde que se detectó el brote esta semana.
Melbourne, la ciudad más azotada en muertes e infectados por la pandemia durante la ola de mediados del año pasado, vive su quinto confinamiento, esta vez a raíz de varios casos vinculados a un brote detectado a mediados de junio en Sídney y asociado a la variante delta, más contagiosa según los expertos.
SÍDNEY, EL EPICENTRO DEL REBROTE
En el estado de Nueva Gales del Sur, cuya capital es el epicentro del reciente rebrote, se informó de 97 nuevas infecciones locales y mantiene desde hace unas tres semanas a Sídney y las comunidades aledañas, alrededor de 6 millones de personas, bajo confinamiento hasta el 30 de julio.
"Esta cifra es preocupante. El número de personas infectadas en la comunidad sigue aumentando", dijo la jefa de gobierno de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian.
El foco de Sídney acumula alrededor de un millar de contagios y dos decesos.
Berejiklian advirtió que "las cifras no están donde se quieren tener", al abrir la posibilidad de tomar medidas más drásticas en Sídney, en donde la población tiene fuertes restricciones a los desplazamientos y tiene prohibida las reuniones y visitas, pero donde aún puede acudir a las grandes tiendas comerciales.
EL VIRUS SIGUE PROPAGÁNDOSE
La variante delta también se ha filtrado a Queensland, el tercer estado más poblado del país, al reportarse este viernes una infección, con lo que acumula tres casos desde que un menor retornó al país desde Estados Unidos, vía Sídney.
Australia, que mantiene sus fronteras cerradas desde marzo de 2020 y cuyas autoridades atribuyen los brotes a la filtración del virus desde los centros de cuarentena para viajeros internacionales, contabiliza más de 31.500 casos de covid-19, que incluyen 912 fallecidos.
Ante la crisis por la variante delta, que ha trastocado la práctica normalidad que vivía el país, el Gobierno australiano intenta acelerar su programa de vacunación, que sólo ha logrado inocular la pauta completa al diez por ciento de la población.