Las amigas de Rocío Caíz, la joven de 17 años asesinada por su expareja el pasado 3 de junio, están intentando apoyar a la familia y darse ánimos entre ellas “como podemos”, en una situación que ha impactado a esta pequeña localidad sevillana, de unos 2.500 habitantes.
En declaraciones a Efe, Brenda Ríos, amiga desde la infancia de la joven, ha asegurado que Rocío sufrió maltrato físico y psicológico por parte del presunto asesino, pero nunca le denunció, y solo lo supieron cuando hace cuatro meses “acabó la relación con él”.
Ha precisado que llevaban juntos desde hacía seis años, aunque a él prácticamente no le conocían, y ha dicho que todo el pueblo está apoyando a la familia, que anoche tuvo que ser asistida de urgencia ante la situación que estaban viviendo.
“Les hablamos pero no están presentes, no nos pueden escuchar”, ha dicho la amiga de Rocío, que ha señalado que la joven tenía “mucho miedo, mucha dependencia emocional, y es difícil dar ese paso cuando quieres a una persona a pesar de lo que te hace”.
Por su parte, vecinos de la localidad de Estepa, donde se produjeron los hechos han asegurado que siempre tuvieron "la esperanza de encontrarla viva”, y aunque la conocían solo de vista “no es justo lo que le ha pasado porque solo tenía 17 años no es justo, no estaba desarrollada para decir lo que siente”.
Han mostrado su solidaridad con la familia, y han asegurado que el pueblo está “destrozado” por este suceso.
