El Gobierno de España dio este martes el esperado paso adelante que le pedían las organizaciones sindicales y anunció que ha enviado a Airbus un plan de acción en defensa de la industria aeroespacial en el país.
Esta hoja de ruta, emitida por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, ha sido consensuada con los principales sindicatos españoles CCOO y UGT y recoge tres líneas principales de actuación.
La primera, la "finalización de los planes operativos y de ajuste", de tal manera que no tengan "impacto en el empleo" gracias a utilizar "las medidas de flexibilidad recogidas en el convenio y en la legislación".
La segunda, se centra en el desarrollo de un plan industrial para España, "que tenga su eje central en el futuro de la Bahía de Cádiz y el resto de los centros en España, con competencias, cargas de trabajo".
El objetivo es que la multinacional aeronáutica mantenga sus inversiones, capacidades y, por tanto, su aportación al PIB industrial del país.
La tercera línea de actuación es que Airbus realice las inversiones necesarias en los centros de trabajo españoles para mantener su competitividad dentro del grupo.
Posición frente a Francia y Alemania
Hay que recordar que España es el tercer accionista de Airbus con un 5,5%, por detrás de Francia (27,4%) y Alemania (22,4%).
Los sindicatos llevan meses denunciando que detrás de los planes de ajuste anunciados por Airbus, justificados por la crisis del Covid-19, se esconde la derivación presente y futura de carga de trabajo a Francia y Alemania.
Por este motivo, los sindicatos habían estado presionando al Ejecutivo central de Pedro Sánchez a que lanzara un mensaje claro a Airbus en defensa de la industria española a Airbus.
Otra prueba de la postura que ha tomado el Gobierno es que ha decidido que sea Indra y no Airbus quien centralice la gestión de la próxima fase de desarrollo del nuevo caza de combate europeo.