Un hombre domiciliado en Poio (Pontevedra) ha sido detenido en esta localidad por pertenecer a una organización criminal de Nigeria que realizaba estafas telemáticas en toda España y actuar como testaferro de la misma.
Según han detallado fuentes policiales, a mediados de 2019, una persona denunció una presunta estafa en la Comisaría de Cornellà de la Policía de la Generalitat-Mossos d'Esquadra, que solicitó la colaboración de la Policía Local de Poio para identificar al supuesto autor.
Finalmente, un hombre domiciliado en Poio al que le constaba una búsqueda y detención dada de alta por la Unidad de Investigación de los Mossos fue detenido como supuesto autor de delitos de estafas telemáticas y pertenencia a organización criminal este viernes sobre las 12,40 horas, tras lo que pasó disposición judicial.
Mediante una investigación, se constató que una organización criminal situada en Nigeria rastreaba en una aplicación de compraventa anuncios que le interesaban y realizaba una oferta. Para dar apariencia de proximidad a la víctima y veracidad, utilizaba testaferros para dar de alta números de teléfono españoles.
Tras contactar con la víctima, la invitaba a mantener la conversación mediante otra aplicación de mensajería instantánea en la que figuraba un número nacional, con algunas excepciones en las que el contacto se realizaba desde un número nigeriano. Así, los supuestos compradores mantenían conversaciones por escrito con una traducción automática simple realizada desde un traductor web.
ESTAFA
Al alcanzar un acuerdo económico ambas partes, la organización criminal instaba a realizar la transacción por el método propio de la aplicación de compraventa y enviaba un correo electrónico suplantado en el que se indicaba que se había ingresado el dinero. Entonces, la víctima enviaba el objeto a una dirección facilitada por mensajería instantánea.
Posteriormente, la víctima recibía un segundo email con el escudo de la Guardia Civil en el que se le indicaba que debía ingresar dinero para compensar el abono de una cantidad extra por parte del comprador debido a un error informático.
En algunos casos, los vendedores percibían que la estafa antes de realizar el envío, ante lo que la organización se hacía pasar por una empresa para ofrecerles un trabajo consistente en recibir decenas de terminales telefónicos y otros objetos de valor, encontrarles un comprador y enviar el dinero a través de una empresa financiera de envío de dinero. A cambio, se le ofrecía obtener 100 euros por cada venta, según se reflejó en las conversaciones con la organización criminal que aportó un receptor a la investigación.
El detenido utilizaba su identidad para evitar la identificación del autor de los hechos y, además, tras recibir los objetos, los vendía y enviaba el dinero a la organización criminal.
La Policía Local de Poio ha señalado que las denuncias de esta clase recogidas se han incrementado un 50% durante el estado de alarma y ha puesto el foco en la dificultad que conlleva investigar y esclarecer estos delitos.