Galicia recibirá el próximo lunes la segunda entrega de vacunas con unas 18.000 dosis que, no obstante, no podrán ser usadas hasta el martes debido a los plazos para descongerlarse y así ser suministradas.
De ello ha informado la Consellería de Sanidade en un comunicado emitido tras el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en el que se ha dado luz verde al envío inicial de dosis de vacuna contra la covid-19 a las comunidades autónomas para que inicien sus campañas de vacunación.
En este primer envío Galicia recibe 500 dosis que servirán para inaugurar el próximo domingo la campaña de vacunación en un centro residencial del área de Santiago todavía por concretar, como ya había avanzado el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en una rueda de prensa este mediodía.
No obstante, el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, ha criticado el número de dosis que llegarán a la Comunidad gallega el domingo y que, dice, no serán suficientes "para empezar la campaña de vacunación según lo previsto".
Y es que la Administración autonómica había anunciado su intención de iniciar la campaña de forma simultánea en residencias de las siete áreas sanitarias de Galicia.
EL LUNES, NUEVA ENTREGA
Así las cosas, Galicia deberá esperar al martes para la segunda jornada de vacunación, ya que tendrá que aguardarse a que se descongelen las 18.000 dosis que están previsto que arriben a la Comunidad gallega el lunes.
El titular de Sanidade ha apuntado que la cadencia de vacunas será "sostenida", algo "fundamental" para gestionar la logística del plan diseñado por el Sergas.
Por ello, apelan a que, en los criterios de reparto desde la administración central, pese el porcentaje de personas mayores de 65 años que residen en Galicia, dado que son el segmento de población más vulnerable.
"Son la prioridad, y en Galicia hay más de 750.000 mayores de 65 años, o lo que es lo mismo, el 25% de la población", ha resaltado el conselleiro, según recoge un comunicado.
ALMACENAJE Y DISTRIBUCIÓN
Las vacunas que reciba Galicia serán almacenadas a una temperatura de entre -80 y -60 grados en un único ultracongelador en Santiago, donde permanecerán controladas, con grupo electrógeno propio y seguimiento continuo de temperatura. A esta temperatura y sin luz pueden conservarse un máximo de seis meses.
Desde este punto, diariamente, serán trasladadas en un furgón adaptado las dosis que vayan a utilizarse, en una primera fase en las residencias de ancianos, de las que se hará una programación diaria. Las vacunas irán en una caja isotérmica que las mantendrá a entre 2 y 8 grados de temperatura, con lo que tardarán unas tres horas en descongelarse.
Con este procedimiento y a esta temperatura, según han explicado los expertos, las vacunas pueden conservarse hasta un máximo de cinco días sin reconstituir y seis horas sin degradarse una vez reconstituidas.
A su llegada a cada centro residencial, el equipo de enfermeras que se encargará de su administración controlará su correcta recepción, así como que el medidor electrónico de temperatura indica que han permanecido siempre a entre dos y ocho grados. En total, se espera que el tiempo de transporte desde el almacén central a los distintos puntos de vacunación no supere las tres horas.
Para aquellas vacunas que, por alguna circunstancia --como que el usuario al que esté destinada se encuentre enfermo-- no puedan administrarse y registrarse, la Xunta ha establecido una logística inversa que recogerá cada jornada las dosis sobrantes que, mantenidas a la temperatura correcta, son hábiles durante cinco días.
DOSIS NOMINALES Y CERTIFICADO
Las dosis saldrán diariamente del centro de distribución asignadas nominalmente para cada uno de los usuarios. Para ello, se elaborará un listado de residentes y se especificará aquellos que aceptan ser vacunados y quienes no, los cuales tendrán que expresar esta decisión por escrito. Cada vacuna administrada se registrará con el nombre y la fecha de administración y se controlarán todos los parámetros. A los 21 días, a cada usuario vacunado se le inyectará la segunda dosis.
Entre los elementos propios que se pondrán en marcha son la inclusión en la historia clínica electrónica de cada persona de un certificado de vacunación que podrá descargarse y que podrá tener el paciente, así como un 'código vacuna' que permitirá activar al 061 en caso de que se detecte algún tipo de incidencia o reacción.
Los expertos han señalado que la vacuna es totalmente segura y que, en todo caso, produce efectos adversos habituales en otro tipo de profilaxis, como el dolor en la zona de punción, dolor de cabeza o malestar temporal.
A LO LARGO DEL MES DE ENERO
En plan gallego, en consonancia con el estatal, vacunará primero a los usuarios y trabajadores de residencias sociosanitarias, a grandes dependientes y a sanitarios que trabajen en primera línea contra la enfermedad. En una segunda fase, se extenderá al resto de profesionales sanitarios y sociosanitarios y a ciudadanos con factores de riesgo. En tercer lugar estará el resto de la población, con excepción de mujeres embarazadas y menores de 16 años, para los que todavía no hay evidencia suficiente sobre su seguridad.
La Xunta confía, en función de la cadencia con la que vayan llegando las dosis, que la población residencial pueda haber recibido la primera dosis de vacuna en torno a finales de enero o principios de febrero, para empezar entonces con el siguiente grupo. Sin embargo, dependerá de la cifra de vacunas que se tengan, así como de la llegada de dosis de otros laboratorios que se encuentran en fase de autorización.