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Una ley poco educativa

Nuestros políticos ven en el sistema educativo una de sus mejores bazas para poder influir en los ciudadanos y así mantenerse en el poder

Publicado: 27/11/2020 ·
13:10
· Actualizado: 27/11/2020 · 13:10
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  • Celaá. -

Hace unos días leí en un diario de Internet una columna de opinión cuyo título señalaba que la enseñanza concertada interpreta como un ataque a su existencia las medidas en favor de la escuela pública dictadas por la nueva ley educativa (LOMLOE o ley Celaá). Con ese titular tan maniqueo, ese medio de comunicación fiel al falsario progresismo del gobierno viene a decir a sus lectores que los partidarios de que exista una enseñanza concertada lo que quieren en realidad es perjudicar a la enseñanza pública.

Algo que es tan falso como decir que el gobierno lo único que pretende con la nueva ley educativa es beneficiar a la enseñanza pública, cuando en realidad esa ley solo es un clavo más en el ataúd donde los políticos llevan ya cuatro décadas enterrando a nuestro sistema educativo.

Vaya rollistas sectarios que son muchos de los columnistas de pacotilla de la prensa chupi-progre. Hace cinco años comencé a escribir esta columna con el objetivo de concienciar que recibir una buena educación es fundamental para el futuro y de que la enseñanza reglada juega un papel muy importante en el proceso.

Mis lectores saben que mi posición frente a cualquier modelo educativo siempre se ha centrado en defender la educación como medio para transmitir valores éticos y morales que ayuden ser mejores seres humanos y ciudadanos. También he defendido que adquirir conocimientos es tan importante como formar un espíritu crítico y ser capaz de utilizar la lógica y la razón para hacer frente a cualquier circunstancia de la vida, sin dejarse arrastrar por manipulaciones y engaños.

Nuestros políticos ven en el sistema educativo una de sus mejores bazas para poder influir en los ciudadanos y así mantenerse en el poder. Por este motivo promulgan nuevas leyes educativas a una media de una cada cinco años, que en vez mejorar el sistema solo afianzan su ineficacia.

En el caso de esta nueva ley educativa, el gobierno la ha defendido en el Congreso diciendo que favorecerá a la enseñanza pública porque se revierten las concesiones que la ley anterior hizo a la escuela concertada, pero en realidad esconde una serie de medidas sectarias que degradarán aún más el sistema educativo.

Esto ha provocado protestas desde la enseñanza concertada y ha indignado a miles de personas (sobre todo padres) de diversos sectores sociales y políticos que ya han mostrando su rechazo.

En próximas semanas analizaré algunas de ellas. Es indiscutible que los ciudadanos no podrán defenderse de quienes atropellen sus libertades si no poseen una buena formación y no vale decir que no se puede hacer nada contra quienes intentan impedirla. No es solo una cuestión de signo político, porque lo que está en juego es el futuro de nuestros hijos y el de nuestra sociedad. Fuerza y salud.

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